Polígonos obsoletos a precios de lujo

Nuestro territorio dispone de docenas de polígonos industriales y zonas desarrollo económico muy adecuada para la implantación de actividades que generen una alta ocupación de personas. Sin embargo, los empresarios que tienen sus naves en la comarca reclaman mejoras en el transporte para que los trabajadores no dependan siempre del vehículo privado, y que la fiscalidad municipal que se les aplica a su actividad “sea coherente con los servicios de que se dispone”, señalan fuentes de la patronal AEBALL. Unos servicios que, lamentablemente resultan anticuados, cuando no obsoletos, cuando una empresa se ve en la necesidad de contratar con una operadora el acceso a internet, porque el polígono carece no ya de fibra óptica, sino de las más mínimas condiciones de velocidad para desarrollar una actividad empresarial.

Sin transporte público
Por norma general las empresas ubicadas en los polígonos de nuestra comarca suelen tener problemas de transporte público, y de infraestructuras, especialmente, de conectividad, lo que constituye toda una paradoja en el siglo XXI. Otra demanda suele ser la necesidad de más seguridad, que aumentaría de forma sencilla sólo mejorando la iluminación de los polígonos industriales, así como la ordenación del aparcamiento y una mejora general de los servicios de recogida de residuos, limpieza, cuidado de los jardines, etc.

Otra queja del empresariado va relacionada con esa situación de “atraso” en que se encuentran los polígonos del área metropolitana, ya que en vez de estar clasificados por su nivel de servicios (por ejemplo, polígono tipo A, B, o C), de forma que las empresas puedan elegir el grado de prestaciones que requieren y pueden pagar, la fiscalidad por el contrario es uniforme. En este punto, la patronal reclama que los impuestos que pagan las empresas sean proporcionales a la clasificación de los servicios que se prestan. En este sentido, las empresas asociadas a AEBALL dicen a los ayuntamientos que “necesitan que hagan su tarea con eficacia y eficiencia, y que los servicios de promoción económica se dediquen a atraer inversiones al municipio y a facilitar que las empresas ubicadas en su población puedan crecer sin obstáculos”.

Obstáculos a nuevas empresas
Otro problema, en este caso de carácter urbanístico, pone obstáculos a algunas implantaciones empresariales en nuestra comarca porque, debido a su tamaño o dedicación, hay que esperar la modificación del Plan General Metropolitano para cambiar la recalificación o su reordenamiento, con lo que se están perdiendo oportunidades de que se instalen nuevas actividades económicas, porque las empresas acaban optando por irse a otros lugares con menos problemas. Este ha sido el caso del proyecto de Decathlon en Esplugues. La alcaldesa de ese municipio, la socialista Pilar Díaz, manifiesta su amarga queja porque esta empresa que se había interesado por establecerse en la Plana con un punto de venta, no pudo hacerlo por la normativa urbanística, el Plan General Metropolitano, que rige la zona y que data del año 1976. “Si por cada acción debemos de esperar una modificación del Plan General Metropolitano, perderemos todas las oportunidades”, se quejó Díaz ante el foro de empresarios FemLlobregat.

Modificar el PGM
Ante la preocupación de los empresarios con relación a esos problemas urbanísticos, la alcaldesa mostró su disgusto y afirmó que “los cosas tienen que ser posibles si lo que aportan son beneficios”.
Díaz ha insistido en que están trabajando en la elaboración de una fórmula que permita hacer los cosas con garantías pero con rapidez, por lo que espera que la Generalidad pueda autorizar estas instalaciones cuando llegue el momento. Los 31 municipios que integran nuestro territorio acogen a más de un millón de habitantes, con una tasa de empleo por encima de la media catalana. El modelo productivo de la comarca, de las más industrializadas de España, ha estado tradicionalmente dominado por la presencia de un tupido tejido industrial, pero en los últimos años ha experimentado un cambio caracterizado fundamentalmente por la reducción del sector industrial y el aumento del peso del sector de los servicios, con una decidida apuesta de sus empresas por la internacionalización y la mejora de la formación profesional y directiva. III