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La reactivación del mercado hipotecario

Por Fernando Martín
jueves 15 de octubre de 2015, 02:57h
La recuperación del crédito se ha convertido en uno de los factores determinantes para conseguir la reactivación de la actividad económica en España. Los bancos vuelven a prestar y el mercado hipotecario trata de captar clientes con la consiguiente reducción del coste de los préstamos, que ha registrado mínimos históricos.

La crisis afectó de manera directa a las entidades financieras, que no solo vieron condicionada su capacidad de financiación, sino que también han tenido que gestionar niveles cada vez más altos de morosidad. Asimismo, en el sector inmobiliario, al deterioro económico se ha sumado la acumulación de un importante stock de viviendas sin vender, provocando considerables caídas de los precios.
En los últimos años, numerosas instituciones nacionales e internacionales han solicitado la apertura del grifo de la financiación, al tiempo que la banca manifestaba que no existía una demanda solvente. Tras un largo período de restricción de la actividad crediticia, con el perjuicio ocasionado para proyectos de inversión y consumo, todo parece apuntar en sentido contrario.

Así, crece el crédito nuevo, sobre todo el dirigido a financiar empresas, a pesar de que todavía no compensa las amortizaciones que se realizan. No obstante, la evolución del saldo neto de los créditos de los bancos continúa siendo negativa, principalmente por el elevado peso específico que representa en los préstamos a empresas el desendeudamiento de los promotores y constructores inmobiliarios.

La relajación de la política monetaria explica que en la actualidad los tipos de interés para la compra de vivienda con garantía hipotecaria, se encuentren en niveles extraordinariamente bajos.

Por ello, en ese entorno de bajos tipos de interés, en el no hay demasiado margen para conseguir beneficios con la operativa bancaria tradicional, esto es, captar dinero y prestarlo, el negocio más prometedor consiste en atraer a clientes solventes a los que se puedan vender productos distintos de la oferta principal, como es un préstamo.

A pesar de la reactivación del crédito, las condiciones de acceso son más duras, en comparación con las etapas previas a la crisis, de modo que solo los clientes de medio y alto nivel adquisitivo pueden cumplirlas.

En todo caso, el sector hipotecario no desea volver a la situación vivida en los años anteriores a la crisis económica y financiera. Así, la industria financiera reconoce que uno de los factores determinantes de la crisis fue la concesión indiscriminada de préstamos a clientes, tanto particulares como promotores inmobiliarios, cuyo nivel de solvencia no garantizaba la devolución de los mismos en situación de dificultad. Muchos de esos préstamos se convirtieron en fallidos al estallar la crisis, lo cual ha obligado a los bancos a acometer un prolongado proceso de reestructuración.

En el momento presente, desde el punto de vista macroeconómico se apunta a una mejora, donde el crecimiento del PIB y la contención del déficit público están favoreciendo expectativas con respecto al empleo y la evolución de los negocios.

Por tanto, con un sistema financiero más capitalizado y solvente, además de un sector inmobiliario que ha contenido su caída, habrían de establecerse las bases para dar paso a la normalización de la actividad crediticia. III

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