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El Delta del Llobregat, entre los 26 humedales españoles gravemente amenazados
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El Delta del Llobregat, entre los 26 humedales españoles gravemente amenazados

lunes 01 de febrero de 2016, 19:10h

La entidad ecologista considera que no existe una figura de protección integral de todo el Delta, amenazado principalmente por el urbanismo y las infraestructuras

El día 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales y con motivo de esta efeméride, Ecologistas en Acción ha expuesto, a su criterio, los 26 humedales gravemente afectados del territorio nacional. Entre ellos se encuentra el Delta del Llobregat que, con 98 kilómetros cuadrados, es el segundo delta de Cataluña, tras el del Ebro, también en la lista. Según la ONG ecologista, “no existe una figura de protección integran de todo el Delta del Llobregat”, con lo que aún está más expuesta a la presión del urbanismo y las infraestructuras, las dos principales amenazas de un Delta que está formado por diferentes humedales de una gran importancia en biodiversidad y agricultura.

Con esta lista, Ecologistas en Acción quiere alertar sobre el peligro de desecación de humedales, más si tenemos en cuenta que España es, de entre los países europeos, el país con mayor diversidad de zonas húmedas en todos los puntos de vista. Mensaje a tener en cuenta con este dato: desde 1900 habrían desaparecido el 64% de los humedales del planeta, pese a ser ecosistemas esenciales para la supervivencia de los seres vivos. También la del ser humano: aportan agua dulce, garantizan alimentos, mantienen la biodiversidad, nos protegen de inundaciones y almacenan dióxido de carbono.

Por lo que se refiere al Delta del Llobregat, parece milagroso que haya sido capaz de aguantar a la presión urbanística y de infraestructuras que cruzan y envuelven el territorio. De hecho, incluso ha experimentado cierta recuperación en los últimos años si tenemos en cuenta todos los espacios naturales. Esto no quita que los espacios naturales del Delta sigan estando bajo la presión, por un lado, del urbanismo y las infraestructuras y, por otro, de la agricultura que, paradójicamente, compiten por los recursos híbridos. Afortunadamente, en el caso del Delta, donde también existe esta convivencia, habría dos zonas bien diferenciadas entre la zona sur más cercana a la desembocadura del río, donde predominan los espacios naturales y protegidos y, luego, la zona agrícola del Parc Agrari entre las ciudades de El Prat, Viladecans y Sant Boi.

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