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Se dispara la intervención de Kath en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat

Se dispara la intervención de Kath en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat

lunes 08 de febrero de 2016, 20:05h

La Guardia Civil incautó 663 kilos de drogas durante el año 2015, de los cuales 510 se trataba de este tipo de estimulante conocido también como la hoja de coca africana

Una de las últimas intervenciones se produjo en octubre del pasado 2015, hace apenas unos meses, cuando la Guardia Civil incautó de una tajada hasta 170 kilos de este tipo de droga poco conocido en Europa, por su bajo consumo, pero que, según los datos, consolida al viejo continente como nexo de paso entre África y las Américas. En este sentido, se entiende el auge exponencial de Kath a su paso por la infraestructura pratense. Según el balance anual de Guardia Civil, el cuerpo español habría intervenido un total de 663 kilos de drogas después de 394 intervenciones, de los cuales más de 510 kilos corresponden a la droga de origen africano y que cuenta con importantes efectos estimulantes seguido de un largo proceso de estupor.

Con 48 personas detenidas por delitos contra la salud pública, 42 hombres y 6 mujeres, esta cifra refleja el avance de esta droga que, el año pasado, prácticamente ni aparecía en las estadísticas. Por lo que se refiere al resto, la cocaína vuelve a ser una de las drogas más intervenidas con casi 122 kilos, lejos de los 22,6 kilos de marihuana, 7,9 de hojas de cocal y 6,6 kilos de heroína.

El Kath, procedente de un arbusto conocido como Catha edulis en su nombre científico, es originaria de Etiopía, aunque se extendió por la África subsahariana hasta cubrir gran parte de su extensión. De hecho, en países como Somalia el dominio del narcotráfico del Kath ha marcado las diferentes guerras civiles que afectan al país fallido.

En relación a sus efectos, genera estimulación -aunque menos que las anfetaminas- tras mascar sus ramas como si hojas de coca fueran. Evidentemente, el consumo de esta droga puede causar graves problemas de salud como trastornos mentales, problemas hepáticos o cáncer de boca, además de ansiedad, agresividad y otros problemas más leves. Su adicción es similar a la de la cafeína.

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