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¿Más padre y menos entrenador?
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¿Más padre y menos entrenador?

Por Alex Porqueras

martes 19 de abril de 2016, 10:09h

Unas consideraciones a la figura de los padres en el deporte de los hijos. Buscando la voz “deporte” en la RAE encontramos:

1. Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas.
2. Recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico…

Olvidar que la práctica deportiva, sin dejar de lado la competitividad -que es fundamental-, tiene un componente importante de diversión, es olvidarse de lo esencial.

Los padres cuando acompañan a sus hijos a los partidos, y desde su lugar como espectadores, ya que no están en el banquillo, deben saber asumir su rol, su actitud. Una actitud, a veces, difícil de conjugar con la pasión por el deporte, pasión que nos hace perder la objetividad en muchos casos.

Analizo una serie de actitudes, positivas y negativas, que suelen adoptar los padres.

Actitud positiva:

  • Padre taxista, que lleva al hijo a todos los partidos pero no le emociona el deporte, lo hace por amor su hijo y esta a su lado porqué a a su hijo, le gusta.
  • Padre emocionado, aquel que se emociona y anima a su hijo durante el partido. Sin presión, le gusta que haga deporte, que lo haga bien y disfrute, y si gana, mejor!
  • Padre involucrado, sumado a todo lo anterior, es aquel que ayuda al equipo, asume responsabilidades, encargos, anima a otros padres, etc.
  • Padre motivado, además de llevarlo a los partidos y animarle, hace deporte con su hijo, comparte el ideario del club deportivo (el ideario va mucho más allá que la simple competición para ver quién gana un partido).

Actitud negativa:

  • El padre pesado, se pasa todo el día hablando de lo bien o mal que juegan, sin presionar directamente pero dando una importancia desmesurada al partido.
  • El padre entrenador, en todo momento critica a su hijo y al resto de jugadores, les da instrucciones y le acaba generando a su hijo una confusión nada conveniente.
  • El padre eufórico, chilla, grita, les arenga, sin tener en cuenta que muchas veces, lo que él quiere va en contra del ideario del Club, que muchas veces, sobre todo en el deporte escolar, además de competir, tienen en cuenta muchos otros valores como la generosidad, el compañerismo, el esfuerzo…
  • El padre pasota, deja a su hijo en la puerta del campo, con la excusa de ir a aparcar, hace siempre sus gestiones, sus cervezas en el bar, etc. Llegando sólo a los minutos finales.

Muchas veces, el hijo se siente avergonzado de su padre cuando asume alguno de estos roles o actitudes negativas, pero no es fácil que se atreva a decírselo. Aun así, este tipo de actitudes son tema de conversación entre el resto de jugadores del equipo.

La misma actitud que tomaríamos con nuestro hijo en el estudio, en sus juegos, es la misma que deberíamos tener en el deporte. ¿Si no le criticamos la estrategia en los videojuegos, ¿por qué lo hacemos en los partidos?

“Lo más importante del deporte no es ganar, sino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo” Barón Pierre de Coubertin

Te aconsejo ver el reportaje de “Seis contra seis”

“Seis contra seis”, publicado en 2012. Dirigido por Marco Fettolini y Miguel Aguirre, este cortometraje narra la historia de un joven cuya máxima ilusión es convertirse en jugador de baloncesto… reflexiona sobre la educación y la formación en valores que los padres han de proporcionar a sus hijos.

* parte de esta información ha sido obtenida gracias a los escritos de Patricia Ramírez.

Recupero el tuit, que hice hace unas semanas, con un montaje con 10 mandamientos del padre de un deportista: https://twitter.com/aporqueras/status/706575710572388353

Los 10 mandamientos del padre de un deportista (en castellano):
1.- Déjame escoger qué deporte jugar.
2.- Gracias por darme ánimos.
3.- Pregúntame cómo me lo he pasado, no sólo si he ganado.
4.- Respeta a mi entrenador, al árbitro y a mis adversarios.
5.-Si tengo un mal día, no te enfades.
6.- Gracias por acompañarme.
7.- Recuérdame que debo preparar lo necesario, pero no me lo hagas tú.
8.- No me castigues siempre sin jugar, mis compañeros no tienen la culpa.
9.- Ayúdame a acabar el partido con una sonrisa. Si pierdo, no se acaba todo.
10.- Gracias por hacer ratos de deporte conmigo.

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