No es la primera vez que L’Hospitalet se pone al frente del escaparate mundial. Cada año con el Mobile World Congress así ocurre durante los días de celebración del certamen, además de los días previos y posteriores. En cambio, todo suele ocurrir -en términos futbolísticos- en casa. Esta vez, en cambio, L’Hospitalet lo hace a domicilio y en uno de los lugares más emblemáticos del planeta: el condado de Brooklyn, de Nueva York.
La alcaldesa de la ciudad, Núria Marín, presenta hoy el proyecto del Distrito Cultural en el encuentro correspondiente de la Red Global de Distritos Culturales (GCDC por su terminología en inglés), formada por quince miembros de distintas ciudades y continentes como la Alserkal Avenue de Dubai, el Barbican Centre and Museum de Londres, el Barangaroo Delivery Authority de Sydney, el Genesis Holdings de Pequín, el Soweto DigitALL de Johannesburg o el Brooklyn Cultural District de Nova York.
Se trata, en definitiva, de una federación de centros globales que tienen como eje vertebrador el arte y la cultura en todo el mundo; y que tienen como misión incentivar la cooperación y el intercambio de conocimientos de los responsables de estos distritos culturales. Distritos como a los que aspira la segunda ciudad de Cataluña con un proyecto que sigue paulatinamente su curso y que se ha convertido, de hecho, en uno de los tres ejes estratégicos de la ciudad (impulsar el turismo de negocios y la industria biomédica son los otros dos).
Tal es la apuesta por este proyecte que, tal y como se anunció en la ya habitual conferencia anual de la alcaldesa, se realizaría sí o sí independientemente de las ayudas económicas a las que optaban a nivel europeo: “Es el momento de que coja forma con o sin Europa”, decía justo al inicio del año en el que se verían ya las primeras obras en la vía pública.
El proyecto está presupuestado en unos 30 millones de euros y se desarrolla en el corazón de la ciudad, con una superficie que ocupa 25 hectáreas y que está ampliamente conectada, lo que le otorga una excelente centralidad metropolitana. El objetivo es, evidentemente, impulsar el desarrollo de las industrias creativas tanto de la música como de las artes visuales, el cine, el diseño gráfico, etc, además de dar apoyo a los creadores de los proyectos culturales y, así, generar riqueza y ocupación a partir de un sector excesivamente castigado, en general, como es la cultura.
Durante el viaje institucional a la ciudad norteamericana, Marín se reunirá con distintos inversores que podrían estar interesados en L’Hospitalet. Entre ellos, se encuentra l’operador WeWork, una plataforma para creadores que va más allá de los espacios de coworking puesto que combina zonas de trabajo individuales y grupales con zonas de ocio, calma y otras alejadas de lo estrictamente laboral, pero que, en cambio, incentiva lo creativo. WeWork ya ha manifestado su interés por exportar su proyecto a la zona metropolitana de Barcelona y, por tanto, L’Hospitalet y el Distrito Cultural podría ser una interesante oportunidad.
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