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Hay que recuperar las recetas de la abuela parallegar a fin de mes

Hay que recuperar las recetas de la abuela parallegar a fin de mes

jueves 07 de julio de 2016, 01:38h
El IEF y la Obra Social de La Caixa explican conocimientos financieros básicos y de economía doméstica para una mejor gestión de crisis

Quien ha tenido una abuela en casa sabe que son un pozo de experiencia y sabiduría. Pese a no disponer mayoritariamente de estudios, son unas auténticas maestras. Solo es necesario escuchar. También en términos financieros, un campo que a cualquiera de los mortales se nos escapa a no ser que dependan nuestras lentejas de ello.

Sin embargo, ellas fueron en su momento las mejores economistas gestionando los ahorros familiares de cada hogar: tenían un control semanal estricto de los gastos, los clasificaban para no estirar más el brazo que la manga y, por si acaso, guardaban en un sobre un fondo de emergencia que era absolutamente intocable. Estas son, de hecho, las bases de una buena gestión de la economía del hogar, y en las cuales se basa el nuevo programa ‘Aprenent, millorem!’

El Instituto de Estudios Financieros y la Obra Social de La Caixa impartirán, en una primera edición, talleres que transmiten conocimientos financieros básicos, así como consejos en el ámbito de la economía doméstica con el objetivo de estar mejor preparados ante una situación de precariedad. “El programa estaba pensado solo para Barcelona, pero enseguida vimos que había un interés potencial tanto en el Baix Llobregat como en el Vallès Occidental”, explica el director de educación financiera del IEF, Jordi Martínez. De esta manera, participarán 17 entidades de las tres comarcas gracias a la colaboración de 25 voluntarios que, como José Antonio Luengo, ofrecen de manera desinteresada su dilatada experiencia en el sector bancario.

“Ahora estoy prejubilado tras 41 años trabajando en La Caixa en ciudades como Sant Boi o El Prat. Lo más agradecido es cuando te reconocen que no habían encontrado a nadie que estuviera dispuesto a explicarle el funcionamiento bancario”, reconoce. Y eso es lo que Luengo transmite en talleres como el que recientemente ha realizado en el Centre de Promoció Social Francesc Palau de El Prat de Llobregat.

Control del gasto
El taller consiste, en concreto, en dos sesiones, una reservada para la administración de los recursos familiares y otra para el endeudamiento de la operativa bancaria. “El endeudamiento en sí no es malo, pero sí el sobreendeudamiento. Tenemos que mantener el control de nuestros recursos, porque si no se genera una ola difícil de parar”.

Por ello, conceptos básicos como la diferencia entre crédito y débito o conocer el TAE para poder identificar el precio real de un préstamo pueden ser útiles para no perder, como decíamos, el control de las cuentas.

En este sentido, Luengo ha recomendado “perder” unos minutos para realizar un presupuesto con los ingresos y la previsión de gastos, así como ordenar los tipos de gastos en imprescindibles, necesarios y opcionales. “No siempre podemos reducir los gastos, pero si los ordenamos y los clasificamos, nos ayudará a ello”. “Por qué muchos autónomos han tenido que cerrar: porque no llevaban un buen control de los ingresos y los gastos; acababan mezclando la economía profesional con la economía del hogar…”, ha explicado durante el taller el voluntario de La Caixa, antes de recomendar recuperar los plazos semanales “como hacían nuestras madres o abuelas” aunque la sociedad actual se guie por la mensualidad, como mínimo. “No se trata tanto del nivel de ingresos sino de una buena administración”.

Sin duro a 4 pesetas
Por otro lado, el taller ha servido para transmitir cautela ante las ofertas de dinero rápido, que suelen rozar la legalidad, o las empresas estructuradas bajo la venta piramidal, que suelen pedir primero adquirir un producto o invertir una cantidad de dinero para poder trabajar con ellos. “Luego el 99% del tiempo te lo pasas intentando buscar nuevos distribuidores, en lugar de vender el producto”, explica Luengo sobre estas empresas, que son muy peligrosas a la mínima que se abre una grieta en la organización y que suelen dejar a mucha gente en la estacada.

En este taller han participado una decena de personas, que es lo habitual, con lo que el programa se acercará a un total de 170 familias de todo el ámbito metropolitano. Padres y madres de familia como Rosario, que vive con su marido, su hijo y su madre: “Tenía un negocio en El Prat que duró diez años y que nos fue bien hasta que se nos inundó. Costaba mucho dinero la reparación y lo dejamos. Ahora estoy en paro y busco trabajo; he trabajado toda la vida, desde los 14 años…”, comenta antes de hacer referencia a su situación en casa: “Tienes que ir a por las marcas blancas como loca”. “Me ha hecho ilusión el taller de economía, porque te enseñan cosas que, aunque ya sabes de qué van, siempre hay que se te escapan y ellos te las hacen ver”. Más pesimista opinaba Rosario, de 60 años, también en el paro: “Yo sigo sin ver claro cómo reducir los gastos”, espetaba. “Hay gastos que no hay manera de bajarlos. Dices apago la luz, el gas, pero es que estás al final obligada…”. Efectivamente, la obligatoriedad y la falta de ayuda en algunos gastos –es muy evidente en el tema energético y la pobreza energética que se deriva- está obligando a infinidad de familias a prescindir de gastos también imprescindibles como la comida, los medicamentes o la educación de los hijos: “Mi hija es profesora y a veces ha pagado, con su dinero, las salidas extraescolares de algunos alumnos, que sus padres no podían pagar”.

Anticipación
A punto de cumplir una década desde el inicio de la crisis, la pobreza sigue institucionalizada en muchas familias que sobreviven con tan solo 426 euros al mes, mientras que la sociedad ha dado un notable vuelco a peor. Antes los jóvenes mileuristas eran un fracaso de la sociedad y ahora “se pueden dar con un canto en los dientes”, dice Luengo, con cierta resignación. “Recuerdo que un encofrador cobraba casi 3.000 euros al mes e iba con su BMW a la obra.
Eso no va a volver a pasar; lo que tenemos que hacer es estar más preparados para situaciones de crisis y que si llega, seamos capaces de anticiparnos. Tenemos que perder la vergüenza y ser francos. Así antes encontraremos la solución”. III

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