Estamos acostumbrados a que instituciones públicas, municipales en muchos casos, llegan a acuerdos para instalar desfibriladores en sus edificios. Cosa que, obviamente, también celebramos. El último caso, el Ayuntamiento de Olesa, que ya cuenta con los diferentes espacios deportivos del municipio cardioprotegidos con aparatos que permiten, fácilmente, asistir a una persona que sufra una parada cardiorrespiratoria.
Pero aún celebramos más que, este interés, dé el salto al sector privado, algo que poco a poco va ocurriendo con ejemplos como la cadena Amplifon. Esta compañía, que cuenta con 150 establecimientos propios y más de 200 colaboradores en toda España, ha elegido el ubicado en el centro de Sant Boi como Espacio Cardioprotegido. Será el primero de toda la cadena en contar, gracias a su responsable, Joan Ros, y a la colaboración de CardioPAS, con un desfibrilador en el corazón –nunca mejor dicho- de la ciudad.
El proyecto se concreta, pues, con un desfibrilador Samaritan 350P, es decir, un tipo externo semiautomátco de última generación con tecnología Bi-Scope, que efectúa una descarga bifásica adaptada para cada paciente, con lo que se incrementa las posibilidades de supervivencia, según los especialistas de CardioPAS.
En una segunda fase, además, se efectuarán todas las formaciones de Soporte Vital Básico y DEA oficiales al equipo íntegro de Amplifon.
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