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El igualado proceso de primarias y la dimisión de Pedro Sánchez hurgan en la herida del PSC

El igualado proceso de primarias y la dimisión de Pedro Sánchez hurgan en la herida del PSC

jueves 06 de octubre de 2016, 06:57h
El socialismo catalán no pasa, como es sabido, por su mejor momento. Pese a que resistieron en las municipales de 2015, electoralmente, han dejado de ser el principal partido de la oposición en el Parlament y en las Generales se han visto superados por En Comú Podem claramente, incluso, en sus enclaves tradicionales como el Baix Llobregat, en donde la candidatura morada fue la más votada en los 31 municipios del Baix y L’Hospitalet en el 20-D.

Unanimidad que casi vuelve a conseguir el 26-J. En cualquier caso, sí superó al PSC en todos los municipios.

Inmersos en un proceso de primarias en donde la actual número dos del partido, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón, quiere relevar al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que se presenta a la reelección, dos nuevos componentes hurgan en la herida del partido. A saber: uno, el empate técnico con el que los dos candidatos llegan a primarias y, dos, la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE tras el apoyo incondicional que el socialismo catalán le otorgó.

Voces por un pacto
Lejos de la cultura política existente en los Estados Unidos, en donde tras un proceso de primarias-por largo y complejo que sea- el bando perdedor suele ir a una con la nueva dirección del partido, en España las primarias pueden ser un arma de doble filo. Pese a ser una herramienta, a priori, más democrática que no elegir a dedo, se corre el peligro de dividir el partido y, por tanto, dejarse por el camino unos cuantos votos. Más si en ese proceso de primarias se llega con un empate técnico entre los candidatos como es el caso en la pugna entre Iceta y Parlón.

Por ello, son cada vez más las voces que prefieren llegar a un acuerdo entre ambos de tal manera que estas primarias no dañen aún más el PSC. Según hemos podido saber a través de fuentes internas del PSC en el Baix, en esto estarían trabajando los máximos representantes de la federación comarcal, el primer secretario del PSC en el Baix, Antoni Poveda, y el alcalde de Cornellà, Antoni Balmón. “De ahí su silencio hasta ahora”, nos dice. En la misma línea estaría Núria Marín que, por cierto, ha tenido un papel fundamental como secretaria de la mesa del Comité Federal del PSOE en la jornada del sábado convulso que acabó con Sánchez.

Y, efectivamente, los máximos dirigentes del partido a nivel comarcal han optado por el silencio en estas últimas semanas. Si bien es cierto que Poveda se distanciaba de Iceta en una tribuna en pleno mes de agosto abogando por el cambio en la dirección del partido, tampoco ha manifestado un apoyo explícito a Parlón. Por su parte, Balmón -que tampoco lo ha hecho en ninguno de los dos casos- sería de los que preferiría la continuidad de Iceta, quien iniciaría su etapa política en la ciudad baixllobregatense. Como él, algunos otros alcaldes o representantes locales, Viladecans y Sant Feliu, entre los destacados, darían su apoyo al actual primer secretario del partido.

Representan, de alguna manera, el socialismo catalán tradicional tirando de “orgullo de partido” y de ser los autores de la construcción del actual Estado del bienestar, tal y como expresaba Iceta en la reciente ‘Festa de la Rosa’, celebrada en Gavà. Prueba de ello es que viejas glorias como José Montilla o Josep Borrell se han posicionado claramente a favor de la reelección de Iceta.

El Baix, con Parlón
Frente a ellos, la candidatura de Núria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, quien vence ligeramente en el Baix Llobregat. Con un espíritu claramente municipalista y metropolitano; joven, pero con una dilatada experiencia en la materia, Parlón representa la apuesta por la regeneración del partido y la nueva política. De esta manera, ha sumado importantes apoyos como la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, con la que mantiene una gran relación personal; la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez, que sin ser muy explícita apuesta por ella; así como otros líderes locales de Sant Vicenç dels Horts, El Prat, Vallirana, Esparreguera, entre otros. En general, perfiles jóvenes que, efectivamente, defienden un discurso por la renovación política y que están hastiados de todo lo que arrastra el partido, aquí y allá: “Si alguien roba en Jaén, a nosotros nos afecta”, nos reconocen con un tono cabreado.

Prueba del apoyo creciente de la militancia a Parlón se vio en la ‘Festa de la Rosa’ en donde innumerables asistentes iban vestidos con las camisetas de apoyo a su candidata. Aún así, Iceta no tiene ni mucho menos la batalla perdida. De hecho, sobre el escenario venció -pese a la tregua que significó el acto- a su ‘rival’ con un discurso mucho más intenso, emotivo, que arrastró al aplauso de las masas con un final apoteósico -a la altura de sus bailes- que le llevó a salir en todos los medios: “Queremos una España con una política limpia, sin corruptos, sin dinero negro, sin políticos expertos en paraísos fiscales. Pedro, mantente firme y líbranos del PP y de Rajoy, líbranos de ellos ¡por Dios! Aguanta. Resiste a las presiones e intenta formar una mayoría progresista y de cambio. España no puede permitirse cuatro años más de PP. ¡No, por Dios, no!”.

Pero Pedro no aguantó
“Estoy convencido que mañana ganaremos las elecciones en Galicia y Euskadi”. Así de eufórico y optimista se mostró Pedro Sánchez, todavía como secretario general del PSOE, en la ‘Festa de la Rosa del PSC’, en la que fue el principal protagonista. Pero no ganaron. Y no solo eso. En las dos comunicades, el PSOE experimentó un retroceso histórico que sirvió de excusa perfecta para que el sector crítico pidiera su cabeza hasta conseguir su dimisión. Una semana de diferencia hubo entre esa mañana en La Pineda de Gavà y su renuncia tras una jornada en Ferraz para olvidar en la historia del socialismo español.

La caída de Sánchez representa otro golpe en el estómago al socialismo catalán. Pese al proceso de primarias, el apoyo a Sánchez ha sido, prácticamente, unánime en el PSC (la espluguense Carme Chacón fue la única dimisionaria catalana de la ejecutiva del PSOE que aceleró los acontecimientos): “Cuando estos días escucho algunas voces críticas del Comité Federal del PSOE, les quiero pedir que cierren filas y que le apoyen en la labor que quiere emprender porque no queremos un gobierno del

Partido Popular en España”, decía Núria Parlón, en Gavà.
Mientras, Iceta daba su apoyo “incondicional” a cualquier decisión que tomara Sánchez. De hecho, fue uno de los que hablaron al salir de Ferraz, ya conocida la renuncia del hasta ahora secretario general: “La decisión del PSOE es un error que tendrá consecuencias”. Y, posiblemente, inmediatas porque Parlón ya ha dicho que, si vence en las primarias, pedirá a sus diputados en el Congreso votar ‘No’ a Rajoy ante una más que posible abstención del PSOE para facilitar la investidura del gallego. Sea como sea, lo cierto es que, con un PSOE liderado por Susana Díaz, Fernández Vara y compañía, el socialismo catalán se aleja de su partido madre, lo que puede debilitarle aún más. Primero, por la menor representatividad o influencia que pueda tener en Ferraz, pero, sobre todo, a nivel electoral, por el precio elevado que puede pagar el PSC tras lo vivido estas semanas en Madrid.

En su favor, cabe decir que, a diferencia de la guerra vergonzosa vivida en Ferraz, las primarias del PSC entre Iceta y Parlón están siendo, de cara a la opinión pública, visiblemente limpias y ‘deportivas’, lo que ensalza aún más un posible pacto entre ambos “para no dejarnos a nadie por el camino”. III

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