Jesús Vila publica la primera historia completa del Centre d’Estudis Comarcals del Baix

“A diferencia de otras entidades que se han dedicado a cultivar el conocimiento, la memoria, las tradiciones, el folklore, la cultura, las maneras y formas de vivir de un territorio, el nuestro ha sido un Centre d’Estudis que se ha distinguido, también, por mantener una idea vertebradora que en otros casos se da como evidente. Ha hecho más que trabajo de conocimiento. Ha hecho una labor de identidad. Aquello que hemos dicho, osadamente, el estilo cultural del Baix Llobregat. La idea es que el Centro de Estudios no ha sido una entidad de estudios, de ciencia, de conocimiento, distinta. Ha sido, desde sus orígenes, mucho más que una entidad de estudios, del mismo modo que el Baix Llobregat es mucho más que una comarca tradicional”.

Con esta cita que incluye el epílogo de la obra, el periodista y escritor Jesús Vila recoge a la perfección el espíritu de esta obra pionera en el territorio y que sirve de colofón al pasado 40 aniversario del Centre d’Estudis y al momento de transición que vive la entidad en el marco del I Congreso ‘El Baix Llobregat, a debat’, donde se tienen que poner las bases del futuro de la comarca. Vila, colaborador de El Llobregat, ha editado una auténtica obra de investigación de 454 páginas que repasa bajo el título ‘Fer comarca’ toda la historia de la entidad desde su creación en 1974, todavía con Franco vivo, hasta el año 2015. “Nunca se había hecho una recopilación de la historia del Centre d’Estudis y, por tanto, nunca se había ido a las fuentes primarias de la entidad. La investigación se ha realizado consultando las actas de la entidad, los boletines internos, los estados de cuentas, las publicaciones, las Juntas directivas…”, explica el autor.

Una parte que no deja de ser complementaria a la descripción y análisis de las tres etapas fundamentales del centro: la primera, entre 1974 y 1980, desde que se funda hasta su legalización; una segunda etapa bajo la presidencia del historiador pratense Jaume Codina; y una tercera que va desde la consolidación del centro con Carles Riba hasta la actualidad, con Conxita Sánchez como máxima representante de la entidad desde 2013.

La historia de una reivindicación
Tres presidencias, con tres momentos históricos distintos, pero con un objetivo común: la reivindicación del territorio. “Los temas que han estado en la mesa desde que se fundó el Centre d’Estudis hasta la actualidad han sido el territorio, su estructura, la reivindicación comarcal y su diferenciación frente a Barcelona”, dice Vila. “Siempre ha existido la controversia por mantener el Baix Llobregat como tal frente a la existencia del Área Metropolitana y el polo de influencia que representa Barcelona y que lo que hace es disgregar a los municipios de su entorno. Cuando disgrega, hace que estos pierdan su entidad propia. Y ésta fue la lucha fundamental de Jaume Codina. Somos Baix Llobregat porque queremos serlo. Había un sentimiento de pertenencia opuesto a las ansias expansionistas naturales de Barcelona, que han existido siempre desde el siglo XIX. Llega un punto que esto no tiene fin. O lo anexionas todo o planteas una convivencia pacífica para coexistir con el entorno. Y de esta idea nace el Área Metropolitana, para mancomunar servicios. Pero a nivel político, esto no ha sido más que la institucionalización de los desequilibrios. En su momento, la AMB actuó como cojín, pero al final siempre acaban perdiendo los mismos”.

Ante el excesivo espíritu localista a nivel político, los académicos y estudiosos del territorio han sido los mayores defensores de la comarca con una entidad, el Centre d’Estudis, que destaca por su carácter “integrador y transversal”, según el autor. “Hay dos voces que pueden actuar sobre el territorio: el Consell Comarcal y el Centre d’Estudis. Pero el Consell es una estructura puramente institucional, diseñada como un organismo de gestión y tiene dificultades para hacer reflexiones y ofrecer soluciones, desde afuera de su realidad”. Por esto, el CECBLL ha sido el único que lo ha podido hacer, sentando, ahora, las bases para debatir sobre el futuro y sobre lo que queremos ser, “que ya hacía falta”, apunta Vila. Eso sí, será necesario incluir a la dinámica política: “Si las reflexiones y las teorías del mundo académico se aplicasen siempre, sería magnífico. Pero hacen muy poco caso de la academia”, opina contundente el periodista. “La realidad la tratan, al final, las administraciones y lo cierto es que van a su bola, hacen lo que quieren o lo que pueden. Nos hacen caso, pero a la hora de la verdad pesa más el pragmatismo”. Es, seguramente, todavía con el primer congreso de la comarca de fondo, el principal reto de futuro.

Asegurar el futuro de la entidad
El otro aspecto, que afecta directamente a la entidad, tiene que ver con su supervivencia. Pese a ser una entidad comarcal, conocida y con prestigio por la labor divulgativa que ha realizado, nunca ha sobrepasado de los 250 socios. Mucho tiene que ver con este notable localismo que existe y que, por tanto, hace que muchos se asocien más a sus entidades locales que a una comarcal. Esto obligaría a replantearse un esquema de futuro, que no perjudique a nadie pero que ponga en valor el Centre d’Estudis.

La otra cuestión de futuro es la necesidad de reformular un modelo más estable que no dependa tanto de las ayudas públicas. Cuando ha habido recursos no ha habido problema, pero cuando ha llegado la crisis, la entidad se ha visto ciertamente afectada. Para ello, según Vila, sería necesario un nuevo modelo que se cuide de asegurar la supervivencia del Centre d’Estudis, que pasaría por diseñar una especie de fundación comarcal de conocimiento, financiada desde los municipios mediante un pacto de contribución voluntaria, con la contrapartida de una mayor fiscalización de su gestión y la evaluación de su trabajo social. “Si de algo tiene que servir este trabajo que ahora presento, impulsar la reflexión sobre la financiación futura será sin duda lo más valioso e imprescindible”. III