El restaurante Planeta Azul de Cervelló era hasta hace poco un establecimiento especializado en bodas, bautizos y comuniones como tantos otros que se dedican a este tipo de celebraciones. Finalmente, el negocio cerró, sin saber nunca lo que les vendría a continuación. Porque, según ha publicado TV3, un grupo de ocupas se ha instalado en el establecimiento ante la sorpresa de la propietaria, Lídia Aranda, que asegura que, efectivamente, estaba cerrado, pero no abandonado, sino a la espera de venderse.
Como en tantos otros casos, en cambio, poco puede hacer antes de la orden judicial del juez: “Los Mossos me han dicho que hasta que un juez no lo dicte, no puedo echarlos de ahí. Que es mi casa, pero que no puedo ni entrar, ni tocar la cerradura”, ha manifestado Aranda a la televisión pública catalana. La situación ha derivado en una discusión con los ocupantes que ha requerido la mediación de los Mossos d’Esquadra. Finalmente, este de grupo de personas se ha comprometido a salir del inmueble antes del jueves.
Esta situación, que no es la primera que ocurre en la urbanización Granja García de Cervelló, ha puesto en alerta a los vecinos de la zona que aseguran que ha habido una oleada de robos en los últimos tres meses. De hecho, han creado un grupo conjunto para comunicarse mejor entre ellos y controlar así la urbanización ante posibles nuevas ocupaciones y robos.
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