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Una aeronave sobrevuela los espacios naturales del Delta justo antes de aterrizar en El Prat
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Una aeronave sobrevuela los espacios naturales del Delta justo antes de aterrizar en El Prat (Foto: Imanol Crespo)

Depana alerta del impacto medioambiental de la nueva terminal satélite y el desarrollo de la ciudad aeroportuaria

lunes 19 de febrero de 2018, 18:01h
La entidad ecologista recuerda a Fomento, tras la presentación del Plan Director del Aeropuerto, los 20 años a la espera de medidas compensatorias por su impacto medioambiental en el territorio, mientras que celebra que se descarte la cuarta pista y el crecimiento del recinto aeroportuario

La historia del aeropuerto de Barcelona-El Prat, ubicado en el corazón del Delta, ha ido ligado a la lucha medioambiental por la protección del entorno, especialmente rico tanto a nivel vegetal como de fauna. Así, pues, tras la presentación de Fomento del nuevo Plan Director del Aeropuerto para 2019-2026, la reacción no se ha hecho esperar.

Depana ha alertado del impacto negativo que representa la construcción de la nueva terminal satélite, así como el desarrollo de la ciudad aeroportuaria: “Aunque se planteen de forma segregada y ceñidos al recinto aeroportuario, el desarrollo del enésimo ‘pelotazo’ urbanístico de la nueva Ciudad Aeroportuaria, sumado a la terminal satélite, tiene impactos negativos sinérgicos que se acumulan sobre los espacios naturales del Delta del Llobregat, ya tan reducidos e impactados”, ha dicho el vicepresidente de la entidad ecologista, José García.

En este sentido, García ha querido recordar a la opinión pública los 20 años de “incumplimientos” en el territorio desde que se aprobara, en 1998, un Plan Director que contaba con medidas para la protección y planificación de la gestión de todos los espacios naturales que se conservan en el Delta. Mientras en paralelo ha habido otros planes directores en la zona (Plan Director Urbanístico Económico del Delta, Granvia Sur, Plan para la industrialización del Parc Agrari…), las medidas compensatorias siguen a la espera, lo que podría llevar al Estado español ante los tribunales europeos por incumplimiento de directivas comunitarias ambientales, la gran baza de la lucha ecologista.

En positivo, Depana valora positivamente el cambio “histórico” que representa renunciar a la cuarta pista, así como a ampliar el recinto aeroportuario: “Pese a los históricos desacuerdos entre ecologistas y administraciones respecto al Delta, destaca el cambio histórico, fruto de las presiones conservacionistas, que supone admitir que ya no es factible la construcción de nuevas pistas, ni la ampliación del recinto aeroportuario en el Delta”.

Una tesis que ya se defendía por la entidad y algunos ayuntamientos del entorno en los años ’90, que luego asumió la Generalitat y que ahora es definitivo con el Estado.

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