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Apuesta por ti mismo

Por Joan Carles Valero
miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Quiero iniciar esta sección de marcado tono optimista con una buena noticia: por fin se ha reactivado el empleo en L’Hospitalet y el Baix Llobregat y no por razones coyunturales derivadas del inicio de la temporada turística. La mejora en la ocupación se ha experimentado en el primer trimestre del año, cuando se firmaron 53.908 contratos, una cifra que representa un avance del 4,3% y el primer registro positivo en la comarca desde que estalló la crisis, según datos del servicio de estudios del Fórum Empresarial del Llobregat, promovido por la Asociación Empresarial de L’Hospitalet y Baix Llobregat (AEBALL).
Por sectores, la industria apunta el mayor crecimiento (10,2%), gracias al perfil exportador de las empresas de L’Hospitalet y el Baix Llobregat hacia el resto de Europa, donde ya no se habla de crisis. Los servicios también han experimentado un incremento del 4,8% y se espera que el turismo ejerza de locomotora del empleo en la comarca, sobre todo en la zona costera, mientras sigue la caída de la construcción, con un negativo 3,4%, a la espera de medidas de incentivo de la rehabilitación. La buena nueva, que supone un punto de inflexión a dos años de destrucción continuada del empleo, se completa con la tendencia positiva de la contratación indefinida, ya que ha crecido un 2,1% el porcentaje de ese tipo de contratos hasta sumar un total de 7.543 sólo de enero a marzo.

Pero el cambio de tendencia no es suficiente. Tenemos que apostar por nosotros mismos para salir cuanto antes del túnel. Todas las administraciones, desde los ayuntamientos al Gobierno central, se han lanzado a la frenética carrera, como pollo sin cabeza, de impulsar que cualquier hijo de vecino monte su propia empresa a partir de convertirse en autónomo. No hay responsable público ni privado que exorcice el paro con el espíritu de la emprendeduría. Es cierto que cuando el ciclo económico va al alza, los emprendedores son siempre vocacionales, y que la crisis ha cambiado el paradigma, porque ahora son legión quienes plantean reinventarse como autónomo. A la fuerza ahorcan.

David contra el desempleo
Pero no menos cierto es que David venció al gigante filisteo porque apostó por sí mismo. Sin miedo, utilizó la tecnología de una honda para aumentar su poder. En estos momentos de incertidumbre, son las pequeñas y medianas empresas (pymes) las que pueden sacarnos de la crisis y no las grandes multinacionales, que siguen recortando plantillas. En España hay 3.283.000 pymes. Si cada una pudiera contratar a un nuevo empleado podríamos retornar a la tasa de paro anterior al inicio de la crisis. Pero les falta acceso al crédito para abordar nuevos proyectos.

Entre tanto, muchos jóvenes empiezan a creer en sí mismos en un acto de rebeldía contra la etiqueta que se les atribuye de generación perdida. Daniel Calleja, responsable de políticas para las Pymes de la Comisión Europea, ha regresado a Bruselas con un puñado de peticiones formuladas por las asociaciones empresariales de Fepime-Cataluña durante una reunión en Fomento Nacional del Trabajo. Entre las propuestas de los “David” de la economía catalana destaca el ofrecimiento de las patronales para que sean las organizaciones empresariales las que promuevan el espíritu emprendedor en nuestro país, visto el vacío que las universidades dejan en esta materia. En suma, se trata de contribuir a que los jóvenes apuesten más por sí mismos.

Emprender en la Universidad
En la reunión con “mister” pyme europeo, las organizaciones empresariales subrayaron la necesidad de recuperar el espíritu emprendedor como una de las asignaturas pendientes en nuestra sociedad y, en especial, en nuestras universidades. El objetivo no es otro que los estudiantes y recién licenciados confíen en sí mismos para crear su propia empresa o actividad profesional.

Un cambio de mentalidad que debe fomentarse en paralelo a la articulación de alternativas a la financiación bancaria. El flujo de capital es el sistema sanguíneo de la economía y como las entidades han cerrado el grifo del crédito, se agota el recurso a los familiares, amigos y algún loco, las vías tradicionales para arrancar una iniciativa. Microbank, el banco de microcréditos de La Caixa, funciona, pero en paralelo se echa en falta un mercado de capital riesgo, muy desarrollado en Estados Unidos, y que por nuestros lares se intenta emular bajo el nombre de “business angels”.

Canales alternativos de financiación
Hay empresas con excedentes en su balance y empresarios adinerados que podrían destinar su experiencia y capital a nuevas ideas si existieran canales de exposición de proyectos para invertir en ellos. El Baix Llobregat tiene un tupido tejido empresarial y campus universitarios ávidos de ideas y con ganas de involucrarse financiera y profesionalmente con los David de nuestros tiempos. Sólo hace falta facilitar el contacto. Crear puentes, escenarios, fórums donde los emprendedores puedan explicar sus proyectos a los ángeles de los negocios.

La idea sería que cada universidad y patronal disponga de una organización de “business angels” para respaldar los comienzos de sus egresados y de los emprendedores, como ocurre en las universidades estadounidenses, donde los padres y los estudiantes exigen a cambio de las grandes sumas de dinero que cuesta su formación, unas mínimas garantías de obtención de empleos o de respaldo para el impulso de un proyecto emprendedor. En las universidades de 15 de los 27 países que integran la Unión Europea, incluida España, no figura la emprendeduría como asignatura. Un extremo que resulta un lastre para fomentar el espíritu empresarial entre las nuevas generaciones.

Respecto a la excesiva bancarización de nuestra economía, la Comisión Europea y la Bolsa de Londres estudian un mecanismo que permita la movilización de capital riesgo para crear un mercado específico de pymes. No se trata de un mercado secundario, sino de permitir que capitales en el balance de las empresas se canalicen hacia pymes. Otra medida que facilitaría el crédito sería una legislación europea que obligara a las cajas de ahorros a destinar una parte de su negocio a la inversión en pymes, dado su carácter social.

Crear una empresa por cien euros
Los discursos grandilocuentes que ponen el énfasis en la renovación industrial y la innovación están bien para que los estómagos agradecidos aplaudan al político, como si el mero enunciado de las políticas se tradujera en hechos, olvidando que pronunciar la palabra agua nunca ha mojado. Es necesario colocar la economía real en el centro de las actuaciones políticas. Pero materializando los dichos en hechos.

En diciembre de 2008 se aprobó en Europa la Ley de las Pymes, pero sólo se ha traducido en dos directivas: la relacionada contra la morosidad, que entrará en vigor en enero de 2012, y la que hace referencia a la facturación electrónica. Mientras tanto, se sigue hablando y no transponiendo en España soluciones al inaccesible crédito y sigue sin reducirse la burocracia para crear empresas mediante la posibilidad de impulsar una sociedad de forma simplificada, sin que medien los actuales 17 días. En España, aún se antoja una utopía el objetivo europeo de que un emprendedor sólo tarde tres días laborales en crear su empresa con un coste único de cien euros.

Conocer las ayudas europeas
También para facilitar el crédito es necesario que las pymes conozcan cómo acceder a los programas europeos, simplificando la tramitación administrativa. De nuevo Daniel Calleja, el “mister” pyme de la Comisión Europea, ha revelado en su visita que existen más de 47.000 millones de euros disponibles hasta el año 2013 para promover el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas europeas, además de otros 30.000 millones en préstamos del Banco Europeo de Inversiones. Las patronales deben canalizar esta información a sus asociados, porque una pyme es incapaz de atender tanto papeleo.

Otra buena noticia que Calleja ha dado a los representantes de las pymes catalanas es que la Comisión Europea acaba de abrir en China un centro de apoyo a la internacionalización y que pronto se abrirán otros en los países de más rápido crecimiento del mundo, los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, además de China). Como el mercado doméstico languidece por la caída del consumo, las empresas de L’Hospitalet y el Baix Llobregat deben aprovechar la globalización y los canales europeos para alcanzar el mercado global. El resto de Europa y los emergentes deben ser nuestros objetivos colectivos para que las locomotoras de la exportación y el turismo nos acaben de sacar del túnel de la crisis. En suma, se trata de ¡apostar por nosotros mismos! ||
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