www.elllobregat.com
El alcalde de Sant Boi intenta intimidar a EL LLOBREGAT. Jaume Bosch, desbordado por los problemas, comete una alcaldada

El alcalde de Sant Boi intenta intimidar a EL LLOBREGAT. Jaume Bosch, desbordado por los problemas, comete una alcaldada

miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Alcaldada del socialista Jaume Bosch, acosado por el “caso Campeón” de presunto tráfico de influencias para el ex ministro Blanco.
Connexió Empresarial SL, editora de
www.elllobregat.com que distribuye gratuitamente 25.000 ejemplares en cuatro ediciones mensuales para la comarca del Baix Llobregat, acusa al alcalde de Sant Boi, el socialista Jaume Bosch, de “intimidaciones y atropellos”. Un abuso de poder que se ejerce coincidiendo con las revelaciones de presunto tráfico de influencias e ilegalidad urbanística que el medio de comunicación local ha publicado sobre la rapidez con la que el alcalde de esta localidad barcelonesa de 80.000 habitantes tramitó las obras de la nave de la empresa Azkar, propiedad de un amigo del ex ministro José Blanco, en el conocido “caso Campeón” que instruye el Tribunal Supremo. “El Llobregat” también ha llevado el caso ante el Consell de la Informació de Catalunya para preservar la libertad de prensa en este medio local, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa.

En una actitud de clara intimidación, el alcalde ha enviado a la redacción de “El Llobregat” a dos inspectores municipales acompañados de dos policías para comprobar si se han retirado unos tabiques de pladul y un falso techo de yeso, basándose en un acuerdo de la comisión de gobierno municipal del 9 de julio de 2001. En los once años transcurridos, “El Llobregat” es la quinta persona jurídica que ocupa el inmueble, y su empresa editora nunca ha sido requerida para cumplir ningún acuerdo municipal. El alcalde lo ordena ahora, desempolvando un expediente de hace once años que ni siquiera corresponde a la empresa editora, como medida de presión ante la cumplida información que “El Llobregat” realiza de los numerosos casos en los que se ve envuelto el socialista Jaume Bosch. En el escrito dirigido al Juzgado, la defensa de la publicación se pregunta que aún en el caso de que en 2001 se hubiese instalado ese falso techo de yeso en el local que ocupa la redacción sin previa solicitud de licencia, “¿un falso techo constituye una obra ilegalizable? Y en definitiva, sabiendo que en once años no se ha realizado obra ninguna en la finca, ¿qué hay que inspeccionar?”.

La editora de “El Llobregat” ha recurrido ante el Juzgado número 11 de lo Contencioso Administrativo de Barcelona la orden de inspección y el acuerdo municipal recuperado del cajón del olvido administrativo durante once años y acusa a Jaume Bosch de “mala fe”, al utilizar un expediente incoado al que entonces, en 2001, era propietario de la finca, y después de permanecer archivado lo desempolva con el único fin de “incomodar” a la publicación local. En ese sentido, la editora alega que “la actuación municipal no busca ningún fin lícito”, al tratarse a todas luces de “un atropello que vulnera el derecho constitucional a la libertad de prensa”. En el mismo escrito al Juzgado, la publicación local señala que el abuso de poder, “al ejercer una presión desproporcionada” contra “El Llobregat”, se produce después de que el propio alcalde se haya dirigido en varias ocasiones a la editora porque está molesto por las informaciones que publica.

Millonaria indemnización por la muerte de cuatro niños
La presunta coacción que supone enviar una inspección coincide con las últimas revelaciones que el medio de comunicación comarcal ha realizado sobre la situación irregular de la nave de Azkar, al permitir el Ayuntamiento que entrara en funcionamiento sin haberle dado el preceptivo permiso de ocupación. Unas actuaciones del alcalde que lo han llevado a declarar ante el Tribunal Supremo por el “caso Campeón” por presunto tráfico de influencias, pero que se amplían en otras investigaciones y sentencias judiciales lesivas para el municipio. Así, el “caso Campeón” se suma a las responsabilidades penales del Ayuntamiento de Sant Boi por la muerte de cuatro niños y las heridas a otras nueve personas por el derrumbe del techo de un túnel de bateo en el Estadio de Beisbol de la localidad, ocurrido el 24 de enero de 2009, después de que la Audiencia Provincial desestimara la apelación municipal y la Fiscalía de la Audiencia de Barcelona acuse al ayuntamiento de “imprudencia” al no reunir la instalación municipal de “las condiciones precisas y necesarias de solidez y seguridad” para su función.

El alcalde de Sant Boi se enfrenta a la petición de indemnizaciones millonarias (Fiscalía pide 1,6 millones de euros para los familiares de las víctimas). Un dinero del que, sin embargo, el Ayuntamiento de Sant Boi carece. Buena prueba de ello es la negativa a incluir en el presupuesto municipal de 2012 el abono de otra indemnización, en este caso de dos millones de euros, a una farmacéutica de la localidad en cumplimiento de una sentencia para compensarle de otro error municipal.

El Ayuntamiento se declara insolvente
A pesar de que la sección tercera de la Sala Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha ordenado la ejecución provisional de esa cantidad a la farmacéutica, el Ayuntamiento de Sant Boi la desobedece y alega insolvencia económica, como recoge una información publicada por La Vanguardia. Con este precedente, es posible que tampoco atienda a su responsabilidad en las muertes de los cuatro niños en el túnel de bateo de béisbol y las heridas a otras nueve personas, pese a que finalmente quedara demostrado en el juicio que la instalación estaba mal construida y peor supervisada por los técnicos municipales, a quienes las familias de los afectados piden 14 años de prisión a cada uno.

“El Llobregat” también ha revelado otras informaciones que han molestado al alcalde, como el viaje que con toda su familia hizo en enero de este año a la Patagonia mientras Bosch dejaba en su blog un mensaje de solidaridad con las familias santboianas que sufren la crisis. Sant Boi es uno de los municipios de más de 50.000 habitantes con el índice de paro más alto. Otra información que no ha agradado al alcalde es la que revela que antes de encabezar las listas del PSC obtuvo una prejubilación de oro en Caixa Penedès, cuando contaba 52 años de edad, momento en que dejó de ser secretario general del Consejo de Administración de esta caja catalana, ahora integrada en el Banco Mare Nostrum (BMN), que se ha visto envuelta en una investigación de la Fiscalía Anticorrupción de Cataluña por los planes de pensiones que suman 23 millones de euros entre varios directivos, entre ellos el que sucedió en el cargo al actual alcalde de Sant Boi. Además de su prejubilación, Jaume Bosch cobra del erario público municipal más de 60.000 euros anuales. La serie de informaciones que han incomodado al alcalde de Sant Boi arrancaron en las últimas elecciones municipales de junio de 2011, después de que la candidatura socialista que encabezaba Jaume Bosch como independiente obtuviera 8.750 votos, el peor resultado del PSC en Sant Boi, tres veces inferior a los más de 21.000 votos que, por ejemplo, obtuvo en 1983 Xavier Vila, también del PSC.

Libertad de prensa, amenazada
La denuncia de la alcaldada de Sant Boi contra “El Llobregat” se produce coincidiendo con la celebración el 3 de mayo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, una jornada instituida >> por la ONU y la UNESCO para preservar la libertad de información y de expresión en todo el
planeta. Un día en el que la organización profesional Reporteros sin Fronteras presenta su informe anual sobre la libertad de prensa en el mundo. El año pasado fueron asesinados 68 periodistas, mientras 180 acabaron en prisión y otros 129 internautas fueron encarcelados. ¿Es barata la carne de periodista? Parece que sí, especialmente en el caso de dictaduras, países con conflictos armados o sometidos a la violencia del narcotráfico. El mensajero cae y nadie sabe quién ha sido. ¿Los narcos? ¿Los paramilitares?, o, simplemente el que detenta el poder.

Afortunadamente, las consecuencias de la presión del alcalde de Sant Boi sobre “El Llobregat” no obliga a huir, pero sí a defender el ejercicio del periodismo local en España, el más débil frente a los abusos de los poderes locales. La alcaldada de Sant Boi obliga a recordar no sólo el artículo 20 de la Constitución Española, sino también el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que forma parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En ese artículo, la comunidad internacional reafirma el derecho de toda persona a no ser molestada a causa de sus opiniones, así como el derecho a la libertad de expresión, que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

Máxima debilidad del sector
Los abusos de poder en la democracia española intentan laminar la libertad de prensa en los momentos de máxima debilidad del sector, ya que padece una doble crisis: la económica que sufrimos todos, con la consiguiente caída de la publicidad y las ventas; y la crisis de modelo de gestión ante los cambios de hábitos propiciados por la tecnología. Una debilidad más acusada, si cabe, en la prensa local y comarcal, sector en el que muchas de las empresas que sobreviven, como “El Llobregat”, lo hacen basadas en el voluntarismo de sus colaboradores. En el escrito dirigido por “El Llobregat” al Juzgado, la defensa de la editora se pregunta “¿qué cabría decir si, por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona pidiera hoy autorización judicial para inspeccionar la redacción de La Vanguardia, alegando que existe un acuerdo municipal de 2001 referido al edificio en el que actualmente está la redacción del Grupo Godó?”. “Sin duda alguna –continúa el alegato judicial-, en ese caso se tendría muy presente el derecho constitucional del editor a la libertad de prensa. El mismo derecho que alcanza a “El Llobregat”: un medio de comunicación local que se ve presionado por el Ayuntamiento de Sant Boi con motivo del ejercicio de la libertad de prensa”, concluye el escrito. Los alcaldes no se atreven con los grandes medios, pero sí con los pequeños, los que sobreviven con voluntarismo y espíritu de servicio público a la población a la que dirigen sus informaciones.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios