Daba igual el color político de los gobierno y de los ayuntamientos, a diestro y siniestro se alentaba la construcción civil y la de viviendas precisamente con el argumento del progreso. La idea de que el ladrillo era la base del desarrollo económico del país nos ha empujado al pozo económico adonde estamos.
Ahora que la actuación de la justicia empieza desvela las corrupciones del 3% que hace años denunció el president Maragall y que han caído, cuando no desaparecido los pingües ingresos que la construcción comportaba para las arcas municipales; todos coincidimos en darnos cuenta de que ese modelo económico no funciona más que para los comisionistas, los corruptos y los especuladores. Pero hasta hace bien poco, todo el mundo se abonaba a la idea del progreso de la mano de la construcción. Ese fue el argumento que esgrimió ERC cuando ostentaba la alcaldía de Torrelles de Llobregat para forzar, con la colaboración de tránsfugas convergentes, un cambio en el plan urbanístico que acomodara la construcción de 200 casas en la zona agrícola y boscosa de Can Coll, un plan que el estallido de la burbuja inmobiliaria ha impedido. De momento, porque las viviendas están planificadas.
En nombre del progreso y de la conexión intercomarcal entre la zona mediana del Baix Llobregat, el Garraf y el norte del Alt Penedès, la Diputación de Barcelona ha desempolvado el proyecto de asfaltar la pista forestal que une los municipios de Torrelles y Begues para convertirla en una vía de 9 metros de ancho más arcenes, más taludes que hará perder, de entrada, el atractivo paisajístico de la pista para uso lúdico de excursionistas y ciclistas, además de dar un golpe mortal a una zona boscosa de gran calidad paisajística y agrícola de nuestra comarca.
Dispendio económico en crisis
Asociaciones de vecinos y entidades cívicas y culturales de Begues y Torrelles han recogido firmas para enviar una carta al presidente de la Diputación, el convergente Salvador Esteve, en la que le piden que mantenga como está la pista forestal, ya pavimentada parcialmente, pero que abandone la idea de convertirla en una carretera intercomarcal. A juicio de los detractores de ese proyecto de “progreso”, su conversión en una vía estandarizada destrozaría un espacio natural protegido e incluido en la red Natura 2000, amén de tratarse de una inversión que nadie ha pedido y que resulta a todas luces innecesaria y un dispendio económico en la actual situación de crisis económica.
Los firmantes de la carta dirigida al presidente de la Diputación barcelonesa consideran que la pista forestal requiere sólo de “un mínimo mantenimiento” para acondicionarla a las funciones que hasta ahora cumple, principalmente como acceso de los agricultores a sus tierras, de los vecinos del raval Torrelletes a sus casas y masías y de un escaso tránsito entre las dos localidades vecinas de Begues y Torrelles. También la pista es una preciada ruta para practicantes de bicicleta de montaña y senderismo por la calidad paisajística de sus vistas, no sólo a la zona agrícola de Torrelletes, sino también del Delta del Llobregat. El uso actual de esta pista en ningún caso justifica el proyecto de convertirla en una vía intercomarcal, a juicio de sus detractores.
Existen buenas comunicaciones
La actual red de comunicaciones existentes ya conecta de forma suficiente la parte superior de la comarca del Garraf y la del Alt Penedès con el Baix Llobregat. Ese es el papel de la importante vía N-340 que ha sido desdoblada hasta Vallirana. En lo que respecta al sector de Olesa de Bonesvalls y su conexión con Begues, ya se dispone de la carretera Bv-2041 a Gavà, que a su vez conecta con la C-31 y la C-32 como canalizadoras de una mayor intensidad de tráfico. Los opositores a convertir en carretera la pista forestal de Begues a Torrelles consideran que, en todo caso, para mejorar la comunicación entre el sector de Olesa de Bonesvalls y Begues con el resto del Baix Llobregat, sería suficiente con la mejora de la carretera de Begues a Gavà.
Camiones por atajos de monaña
Los firmantes de la carta no quieren que con la construcción de esta carretera se desvíe una parte del tráfico de las vías antes citadas hacia una nueva que fragmentaría el municipio de Begues y supondría un gran impacto medioambiental a los valles de Torrelletes y Torrelles. Y es que la intensificación del paso de vehículos por este enclave protegido se agravaría con la más que probable ruta que adoptarían los camiones y hormigoneras procedentes de las canteras del Garraf próximas a Begues con la intención de acceder por un atajo de montaña a la zona central del Baix Llobregat a través dela carretera Bv-2005 hasta Sant Vicençs dels Horts.
Pero la Bv-2005 es ya una vía que en estos momentos está colapsada a diario, con colas y retenciones en las horas punta, al tratarse del único acceso de las 5.000 almas que viven en Torrelles y de los habitantes del barrio de Sant Antoni de Sant Vicenç dels Horts y de la mitad de este municipio para alcanzar la rotonda hacia la carretera de Sant Boi y las autopistas y Ronda del Litoral que transcurren paralelas al río Llobregat.
Inexistente en los planes de carreteras
Los detractores del proyecto consideran que la construcción de esta infraestructura nueva que nunca ha aparecido en ningún plan de carreteras de Cataluña ni de la provincia de Barcelona, además de fragmentar el territorio, “es innecesaria “y, sobre todo, en el contexto actual de crisis económica, no entienden por qué se plantea “cuando hay cosas más prioritarias a solucionar y algunas administraciones públicas no pueden hacerse cargo mínimamente de los servicios básicos”.
La construcción de este nuevo eje viario, amén de afectar a los barrios de entrada y salida, como Can Grau del Coll-Creu de Terme, la Collada, la Rectoría y la Bassa Blanca de Begues, y la vecindad de Torrelletes en Torrelles, también afectaría algunas calles y a los habitantes que residen a ambos lados por su reconversión en carretera más ancha que la actual pista forestal. Afectaría de manera especial y de forma grave al valle de Torrelletes, donde se encuentra un núcleo habitado del municipio de Torrelles que acoge el cementerio de mascotas y pequeños animales “The Loved ones” y un centro de venta de leña y carbón que se denomina Llenyes i Carbó Valldarús, ambas instalaciones situadas en un paraje que podría calificarse de bucólico. La carretera supondría un duro impacto al paisaje, la flora y la fauna de la zona, ya que una buena parte de este valle está incluido dentro de la red Natura 2000 y el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de Cataluña para proteger sus valores naturales.
Estudio de impacto medioambiental
La iniciativa popular se une a los informes negativos que la Asociació Naturalista Torrellenca La Formiga (ANT) y el Centro de Estudios Beguetans han presentado ante la subdirección general de Evaluación Ambiental del departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña. Ambas entidades reclaman que se estudie cómo podría afectar un supuesto incremento de la circulación de vehículos por esa vía entre Begues y Torrelles y el consiguiente aumento de la contaminación atmosférica, especialmente en las áreas escolares situadas al lado de la nueva carretera: escuelas Pare Manyanet (Begues) y el complejo escolar de Can Coll, con CEIP, Escola Bressol e Instituto (Torrelles).
También sería necesario estudiar cómo podría afectar el impacto acústico del tráfico en la fauna salvaje, especialmente en la nidificación de las aves rupícolas en los riscos situados dentro de la red Natura 2000 (Duc, Águila Cuabarrada, Halcón Pelegrino, etcétera). También sería necesario ampliar el estudio de impacto acústico a todo el valle de Torrelletes, hasta ahora el más tranquilo de todo el municipio. En relación a la hidrología, también sería necesario estudiar si se podría ver afectado el pozo de la Abeurada, situado por debajo de la actual pista forestal, porque podría verse contaminado y sería necesario considerar toda la red hidrográfica como un corredor biológico, previendo que los puentes y tubos que permitan el paso del agua puedan ser tratados como pasos de fauna y dificulten lo menos posible a la función conectadora.
En cuanto al trazado propuesto, la alternativa numerada como 2B pasa por debajo del turón y las peñas de can Nicolau, una zona con un alto riesgo de caída de bloques, por lo que haría falta un estudio adecuado de las diversas rocas que podrían caer y disponer de las suficientes protecciones.
Peligro de incendios y para la fauna
La Asociación Naturalista Torrellenca también subraya en sus alegaciones que la zona afectada por el proyecto goza de una gran riqueza de fauna, tanto en número de individuos como de diversidad específica y que sirve de corredor de fauna entre las zonas del Garraf y del Ordal, y por tanto, debido al incremento del tráfico y de la velocidad de circulación de los vehículos ya se prevé en la memoria del proyecto un incremento de atropellos. También se debería estudiar la importante afectación que supondría la nueva carretera para una ZEPA muy sensible y vulnerable debido a la presión de un entorno muy humanizado (área metropolitana) con la consecuente afectación al hábitat de especies amenazadas como el Águila Perdicera
(Aquila fasciata), el Duque (Bubo bubo), el Gavilán (Accipiter nisus), el Ratonero común (Buteo buteo) y el Asto (Accipiter gentilis), entre otras aves
Respecto a la vegetación, la zona afectada por la nueva carretera tiene un alto valor natural a nivel local, porque, además de las especies mediterráneas hay localizadas algunas especies de montaña como el Acebo (Ilex aquifolium) y Moixera de pastor (Sorbus torminalis), entre otras. Esta vegetación forma una de las masas forestales mejor conservadas de nuestro entorno y podría verse afectada por el incremento del riesgo de incendios debido a la previsión del aumento del tráfico y el consiguiente riesgo por el lanzamiento de colillas desde los vehículos.
En relación al paisaje del valle de Torrelletes, la nueva vía cruzaría un mosaico de espacios agrícolas y forestales, actualmente único por su alta calidad en nuestro entorno, y que se vería gravemente afectado por la ampliación de la plataforma de la carretera a 9 metros, más un metro de la cuneta, más los taludes, más la tala de la vegetación cercana, con un grave impacto visual, aún siendo peor en las alternativas más agresivas. La Asociación Naturalista denuncia que especialmente se vería más afectación en las curvas de la alternativa 2B como el que se acerca a la cima de la colina de Can Nicolau. Por lo menos, habría aminorar en lo posible los desmontes y terraplenes y evitar totalmente los gaviones.
Suelo agrícola que se trabaja
Sobre el impacto al patrimonio, se verían afectadas las masías de Can Grau del Coll, Creu de Terme y el proyecto de recuperación del Camí Ral medieval de Barcelona a Vilafranca a su paso por Begues. En el término de Torrelles, afectaría a las masías de Can Nicolau y el
Moli de Can Guey, además de la zona de Can Coll, que atesora varias canalizaciones y fuentes que habría que preservar de la construcción del puente que prevé el proyecto.
En cuanto al suelo agrícola del valle de Torrelletes, las diversas alternativas de carretera destruyen suelo cultivado. En este punto no sólo es cuestión de preservar el alto valor paisajístico, cultural, social y etnológico que tienen estos campos para nuestro entorno. También hay que considerar que, con la actual crisis y con un desempleo creciente, la agricultura se ha convertido para algunas personas de la zona en una opción de trabajo real que se podrían ver afectados por este proyecto.
Lo verdaderamente necesario
Tanto desde Begues como desde Torrelles se aconseja a la Diputación que si dispone del presupuesto para construir una carretera que nadie ha pedido, mejor hará en destinar ese dinero a proyectos que seguro afecten positivamente a los ciudadanos que habitan los dos municipios. En este sentido, mejor que la institución provincial opte por mejorar las carreteras Bv-2041 a Gavà y Bv-2005 a Sant Vicençs dels Horts. No sólo son de su competencia, sino que se trata de unas carreteras que por su configuración requiere de mejoras.||
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