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Hesperia vende su emblemático Hotel Tower de L’Hospitalet

martes 16 de septiembre de 2014, 22:16h
La venta del Hesperia Tower supone la salida que el grupo catalán Hesperia -controlado por la familia gallega Castro Sousa- ha adoptado ante la presión de la deuda bancaria que acumula y que asciende a 479 millones de euros.
El hotel es uno de los más altos 
de la ciudad con 107 metros
El hotel es uno de los más altos de la ciudad con 107 metros
Hesperia venderá el Tower de L’Hospitalet, emplazado en el corazón del clúster sanitario del barrio de Bellvitge, y otros tres hoteles más de su red para cumplir con los requisitos de la banca, especialmente, los del Banco Santander, acreedor del 83% de su deuda.

El Hesperia Tower de L’Hospitalet, creado por el arquitecto británico Richard Rogers en colaboración con Alonso & Balaguer, se ha convertido desde el 2006 en un auténtico símbolo de l’Hospitalet, con sus formas cuadriculadas; pero sobre todo, por sus amplios ventanales de la fachada y, en general, el predominio del vidrio, material utilizado también para la famosa cúpula popularmente conocida como “el platillo volante”, que acoge el restaurante del hotel y que le define.

L’Hospitalet “l’acollidora”
El Tower es, por tanto, una de las joyas arquitectónicas heredadas de esta última ola ‘hospitalaria’ de la ciudad, en honor a su raíz etimológica. Y es que, hace poco más de diez años, la fisonomía de esta ciudad nada tenía que ver con la actual Gran Vía remodelada: un paisaje marcado por los hoteles-rascacielos hasta hacer de l’Hospitalet la ciudad con más habitaciones, después de Barcelona.

De hecho, l’Hospitalet ha sido, por antonomasia, una ciudad ‘hospitalaria’ pese a las diferentes fotografías que nos deja la historia y que podemos encontrar en los mismos alrededores del hotel, en el barrio de Bellvitge. Solo hace falta mirar los altos edificios característicos del barrio de Bellvitge, al más puro estilo soviético, para saber que L’Hospitalet ha sido una ciudad acogedora de gran cantidad de inmigrantes que a lo largo del siglo XX se han desplazado del sur de España; en la década de los 20, primero, y en los 60 y 70 después.

Aún más. Si nos subimos a uno de los pisos de estas torres veremos, justo al lado del hotel, una pequeña ermita: Santa María de Bellvitge. Una herencia histórica de aquel L’Hospitalet milenario que, en el Cami Reial ya cerca de la Ciudad Contal, acogía en un ‘pequeño hospital’ a todos aquellos viajeros de un “bell-viatge” antes de traspasar las murallas de la gran Barcelona. Los hoteles de hoy no son más que la evolución de la hospitalidad, concepto que da nombre y define a la segunda ciudad más importante de Cataluña. También conocida como L’Acollidora, desde que en 1985 el artista Arranz-Bravo colocó en la Rambla Just Oliveres la escultura con ese nombre que simboliza la voluntad de ser de ayer, hoy y siempre de L’Hospitalet.
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