Ilegalidades cotidianas en Gavà

En el actual contexto político, “la legalidad” se ha convertido en el macro-debate nacional tanto en Cataluña como en España. Tanto es así que este concepto milenario tapa el resto de debates y problemáticas sociales, ahora a la sombra. Precisamente, para hacer visible un doble conflicto que afecta directamente a la comarca –las consecuencias de la ya célebre burbuja inmobiliaria y la pérdida de terreno agrícola-, miembros de distintos colectivos intentaron ocupar, de manera no autorizada, un solar de la Rambla Maria Casas de Gavà; un solar abandonado -herencia de las ansias de beneficio de una constructora de Viladecans que acabó en quiebra- que derivó en la acumulación de basura e, incluso, en punto de encuentro para algunos drogadictos. “Queremos demostrar que se pueden recuperar antiguos espacios para usos sociales”, comenta Jaume Grau, como portavoz de la Asamblea Popular contra la Especulación y por la Soberanía Alimentaria. Y añade: “Es muy triste que, con una iniciativa ciudadana que justamente intenta poner al servicio de la ciudadanía un espacio abandonado y lleno de basura, vengan –antes de cualquier denuncia del propietario- a desalojar el espacio con la Guardia Urbana y los Mossos cuando no hacía ninguna falta”.

El objetivo de la ocupación era crear un huerto urbano con fines sociales en esta defensa de las tierras agrícolas fértiles y de sus productos de km. 0 y en este afán de recuperar espacios abandonados por la burbuja inmobiliaria. En apenas 30 horas, los miembros de la Asamblea retiraron parte de la basura y la runa acumulada y organizaron una convocatoria ciudadana para informar del proyecto. Todo quedó ahí porque en este margen de tiempo apareció la Policía Local para acordonar la zona, mantener agentes supervisando el solar y para cambiar el pomo de acceso. Una celeridad que, según la Asamblea, responde a una decisión política y no jurídica: “Lo hicieron sin ningún tipo de orden judicial; por qué actúan de oficio en una parcela privada sin que hubiera denuncia previa del propietario hasta ese momento. Y si la hubiera corresponde a los Mossos actuar”. Según informó el Ayuntamiento en un comunicado, la Policía Local “instó a paralizar la ocupación en constatar que no había ninguna autorización que permitiera ni la entrada ni la celebración de ninguna actividad en el espacio”, en concreto, el número 108 de la Rambla. Según el documento, fechado el 15 de septiembre (dos días después de la ocupación), el propietario ya habría denunciado los hechos a la policía catalana.

Con este solar, todos los actores implicados, según Jaume Grau, han perdido: el antiguo dueño hizo una permuta y se quedó sin el bar que tenía y sin la vivienda prometida; el constructor entró en quiebra y ahora sigue en concurso de acreedores (la propiedad podría acabar en manos de Caixa Catalunya, uno de los creditores) y la ciudad de Gavà tiene un solar que acumula basura sin ningún uso. De nuevo, la legalidad se superpone al debate social e, incluso, al sentido común.