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El CE L’Hospitalet devuelve la calma a la carrera de Iván Carril tras su aventura en Irak

El CE L’Hospitalet devuelve la calma a la carrera de Iván Carril tras su aventura en Irak

miércoles 19 de noviembre de 2014, 20:46h
Los problemas por impago con el Olympiakos Volos impidieron al jugador gallego jugar la Copa de Asia con el Arbil FC de Irak. Su estancia en Irak coincidió con el auge del EI que acabó con el oasis de paz de la región kurda
España, Austria, Grecia y Irak. Su trayectoria demuestra que la figura del futbolista no siempre es fácil. Si sumamos, además, problemas de impagos y la guerra -sí, la dichosa guerra- vemos como la carrera del gallego Iván Carril, en las filas del CE L’Hospitalet, ha derivado en el último año en toda una aventura que ahora vuelve a la calma en el club hospitalense.

Entre la guerra y la burocracia
Los últimos años de Iván Carril han sido, seguramente, para olvidar. Tras dos años sin equipo (2012-2014), decide fichar por el Olympiakos Volos en Grecia, un equipo que será recordado por su expulsión, en 2011, de la Europa League por amaño de partidos. A Carril le surge esta nueva oportunidad. Sin embargo, de la ilusión pasaría a sufrir en pocos meses problemas de impagos que llegarían a la justicia en el conjunto griego.

En este contexto, se le abre una nueva puerta aún más exótica y tentadora. El Arbil FC, equipo ubicado en la región kurda de Irak, le ofrece una oferta económica inalcanzable para el jugador en España. “Al principio te hablan del Kurdistán, para evitar mencionar Irak y sus connotaciones bélicas. Me informé y hablé con compañeros y, entonces, la cosa estaba tranquila y decidí firmar. Con el avance del Estado Islámico la cosa cambió”. El 29 de junio, con el comienzo del Ramadán, el portavoz del EI, Abu Mohamed al-Adnani, declara la intención de crear un califato que abarque todo el mundo de tradición árabe y religión musulmana, iniciando su guerra particular. Del oasis de paz que se respiraba en la región se pasó a la barbarie, con bombardeos a 40 kilómetros de la capital kurda. “No lo pasé mal por mí, sino por la familia y las personas que dejas aquí”.

Con 29 años, echando una mirada al futuro, la oferta era el maletín perfecto para cambiar de aires. Seis meses de contrato para jugar la Copa de Asia y con un sueldo que a Iván Carril le da hasta vergüenza de reconocer. Una tímida sonrisa delata una suculenta cuantía. Sin embargo, la burocracia quebró definitivamente su aventura. Iván Carril estaba sufriendo los impagos del Olympiakos Volos, al cual llegó en enero de 2014. Impagos que llegarían a la vía judicial. “No pude jugar ningún partido oficial con el Arbil porque tenía que esperar a la resolución del contencioso que tenía pendiente. No estoy escapando de ninguna guerra. Cuando supe que no se solucionó el ‘transfer’ y que no podía jugar la Copa de Asia, decidí volver.
Sino seguiría en el Arbil”, reconoce Carril. “El problema de Irak se hubiera solucionado con la Copa porque íbamos a viajar por Vietnam, Líbano, Japón…”.

Atrapado entre la guerra y la burocracia, Iván Carril ficha por el CE L’Hospitalet de Kiko Ramírez, donde definitivamente ha encontrado la paz y la tranquilidad después de una senda de infortunio.

De Primera a Irak
Gestado en filial del Deportivo de la Coruña, Iván Carril llegó a jugar en Primera División en la temporada 2005-2006, el último año del EuroDepor de Irureta. Con la crisis económica empezando a cuajar también en las altas esferas del club, Carril jugaría en los años siguientes en el Vecindario y Palencia hasta que vuelve al primer equipo de la ciudad coruñesa (2007-2009). Provó suerte en el Pontevedra hasta que decide salir al extranjero. El SV Ried austriaco fue su primer destino (2010-2012). Tras dos años de parón, encuentra la oportunidad del Olympiakos Volos, famoso por ser descalificado en la Europa League de la temporada 2011 por amaño de partidos. Carril pasaría pronto de la ilusión a los problemas de impago.

Tras su mes en Irak, Carril siente haberse reencontrado con el fútbol en la ciudad de L’Hospitalet, donde se gana la vida como otro más. “Es algo más seguro para todos, más tranquilo; he valorado sentirme más futbolista en el campo que no en la cartera”, sonríe. “Se tiene que ver como un trabajo más con sus pros y sus contras. Lo que está claro es que solo puedes estar hasta los 35; luego te quedará otra media vida para trabajar como el resto”. Mirando al futuro, Carril ya piensa en ser entrenador, formando a los más jóvenes y sin más ambición que hacer lo que le gusta. De momento, todavía le queda mucho fútbol por aportar, en este caso, en la segunda división B, con el CE L’Hospitalet con el que disfrutará del premio de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid.
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