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Las tiendas de segunda mano se multiplican como vía de escape a la crisis económica
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Las tiendas de segunda mano se multiplican como vía de escape a la crisis económica

miércoles 19 de noviembre de 2014, 21:14h
Dos responsables de locales de segunda mano de Sant Boi analizan este sector al alza por la crisis económica. La segunda mano ha roto con prejuicios típicos de este sector, antiguamente regentado por inmigrantes
Se vende. Ya hace cerca de seis años que vemos ese tipo de carteles a lado y lado de las calles, en los balcones de altos edificios e incluso en solares donde no han llegado aún a poder construir. Pero no son sólo pisos o casas, cada vez más, esos carteles cuelgan en los escaparates de los comercios locales. Aquellas ‘tiendecitas’ de toda la vida a las que llevamos yendo desde pequeños poco a poco van cerrando como en efecto dominó. Todo es obra de la, ya demasiado conocida, crisis económica. En un contexto en que la competitividad comercial es medio de supervivencia, las tiendas de segunda mano se mantienen en pie, pese a las dificultades. Conocemos el sector a través de ‘Els Encants del Baix’, polígono situado en Sant Boi de Llobregat, y de la tienda Roncero Segunda Mano.

Aunque pueda parecer un sector residual o secundario, las cifras reclaman la atención. Un estudio sobre la compraventa de segunda mano en España, realizado por Cash Converters, apunta que son más de 13,5 millones las personas que acuden a comprar o vender al mercado de segunda mano. El documento también revela que el 34,3 por ciento de personas acude para comprar productos mientras que un 25,8 por ciento lo hace para vender. Pero este tipo de locales también tienen un elevado porcentaje de personas que se presentan por mera curiosidad; el 89,1 por ciento de los consumidores encuestados afirmaron esperar encontrar una ganga. En el Baix y en todo el territorio español, hay más tiendas de segunda mano que 5 años atrás, desde la caída económica. Pero de acuerdo con Mihaela Barbu, vendedora en Els Encants del Baix, esta tendencia no es debida a que haya más demanda. Barbu opina que esto es fruto de la facilidad de abrir este tipo de negocios ya que “no te cuesta nada abrirlo” sólo necesitas “un local y un ordenador”. La crisis ha sido un factor importante también para Els Encants del Baix que en los últimos dos años ha bajado tanto en compras como en ventas, “antes la gente se deshacía más fácilmente de las cosas ahora por la crisis les cuesta más”, dice Barbu. Paradójicamente, Mari Roncero, vendedora en Roncero Segunda Mano, afirma que la crisis ha fomentado que la gente vaya a menudo a tiendas de segunda mano, porque los productos son más económicos.

Este tipo de negocio no es algo nuevo, existe desde hace más de cien años, pero es mucho más conocido y apreciado en países menos desarrollados. En el caso de Europa, tienen mucha presencia en los países del este como Rumanía. Esto hace que las personas que en sus inicios frecuentaban las tiendas de segunda mano fueran inmigrantes. En este sentido, según Mari Roncero, “ahora ya empieza a entrar más gente española, hasta ahora todos eran de fuera”. Roncero también afirma que “los españoles veíamos estos negocios como algo que no era para nosotros y nos hemos dado cuenta que hay artículos que valen la pena y por ello tenemos que hacer un cambio de consciencia, dejar de verlo como algo para pobres”.
Por su parte, según Mihaela Barbu: “hay gente de todas las clases sociales que compran y venden desde al que más tiene al más necesitado y puedo decir que tengo clientes que no tienen trabajo y se ganan un dinero honrado con cosas encontradas en la calle”.

Los objetos que mejor se venden en el mercado de segunda mano son mayoritariamente productos de primera necesidad -camas, armarios, mesas, electrodomésticos, todo lo que es cocina... pero sobretodo productos de bebé. Para la sorpresa de Mari Roncero, otro tema que ha tenido éxito es la decoración porque “son artículos que están muy bien de precio y son económicos”. Pero en el mundo de la segunda mano te puedes encontrar de todo, de libros o cuadros para el salón a una urna de ceniza. En segunda mano ganamos todos, gana la persona que no puede permitirse comprarse el artículo nuevo y gana la persona que tiene artículos acumulándose en el trastero y que puede desecharlo ganando algo de dinero extra.
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