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La aureola mediática envuelve Cornellà

miércoles 19 de noviembre de 2014, 22:17h
No hubo ‘alcorconazo’ pero no fue lo importante. La cita fue una auténtica fiesta que reconoce la labor de la UE Cornellà. Los jugadores locales, ahora en Segunda B, son casi mileuritas que viven de otro trabajo independiente
La aureola mediática envuelve Cornellà
I.C. / “No he empezado a ser consciente de todo y a disfrutar hasta que no ha pitado el árbitro el inicio del partido”, reconocía uno de los compañeros de comunicación de la UE Cornellà tras la rueda de prensa de los técnicos. La zona mixta era el reflejo de la intensa semana que se había vivido en el seno de la UE Cornellà; llena con prácticamente todos los medios generalistas y deportivos a nivel nacional que buscaban las reacciones tanto de los jugadores madridistas, más acostumbrados a este ambiente, como los de las fila verdiblanca.

Es la aureola mediática que mueve el fútbol de primera división, en este caso, con el Real Madrid de embajador, y que iluminó la ciudad más poblada de la comarca tras la clasificación de la UE Cornellà para los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Tan solo por esto, el Centro Comercial Splau patrocinó con una nueva camiseta al club de la ciudad, aunque el partido no se retransmitiera en abierto por televisión.

Esta eliminatoria de Copa y su correspondiente ‘tour’ por el Santiago Bernabeu en diciembre es el premio para el club y para la afición tras el campeonato de liga en Tercera División, tras el ascenso a Segunda B y tras eliminar a sus rivales en las rondas previas de la competición en este inicio de campaña.

No hubo ‘alcorconazo’ pero tampoco era lo importante. La derrota por 1-4 ante los de Ancelotti enseguida pasó a un segundo plato tras esta fiesta del fútbol local. Una fiesta grandilocuente, en parte, gracias al traslado de campo. El recién bautizado Power 8 Stadium, el campo del RCD Espanyol, situado justo detrás del Nou Municipal del Cornellà, acogió esta eliminatoria ofreciendo una estampa espectacular. Más de 28.000 aficionados se reunieron en la grada para ser partícipes de esta fiesta; de hecho, la mejor entrada del estadio en lo que va de temporada, el doble de lo que suele reunir el Espanyol.

La UE Cornellà esquivó así la normal limitación del aforo, de unos 3.500 aficionados, así como los problemas de iluminación del campo que siguen arrastrando y que, de momento, impiden las retransmisiones deportivas en horario vespertino. Uno de los precios a pagar por el cambio de campo fue que, precisamente, en lo mediático gana el conjunto blanco. Por un momento parecía que el Cornellà jugaría dos veces fuera, tras el blanco hegemónico de la grada. Muchos venían a ver al Madrid, pero, seguramente, todos animaban al Cornellà como se demostró en el golazo del empate de Óscar Muñoz. Todo el estadio se alzó para compartir ese momento en el que por un momento se soñó con dar la campanada. “Creo que ha sido el gol de mi vida; parecía que estaba en el FIFA”, bromeaba tras el partido el delantero. Campanada que no se daría tras el nuevo remate a gol de Varane en la salida de un córner y la sentencia de ‘Chicharito’ Hernández y Marcelo en la segunda. Pero –como digo- no era lo importante. Tampoco para los dos focos verdes que había entre los aficionados y que no dejaron de animar en todo momento, con vítores en defensa de Cornellà y contestando al habitual ‘Puta Barça’ del Power 8 Stadium con lo homólogo hacia el Real Madrid; algo insólito en este Estadio.

Los de la Unió Esportiva, con el técnico Jordi Roger al frente, la piedra angular de este equipo, acabaron solos en el terreno de juego agradeciendo el apoyo de la afición. Paseíllo incluido que acabó con Jordi Roger haciéndose un ‘selphie’ con la afición al puro estilo ‘hollywoodiense’. Antes, algunos de los jugadores ya habían protagonizado la anécdota –permitida en esa noche- de ir a saludar al árbitro y aprovechar para pedir la camiseta al contrario, tras ver el dorsal en la pantalla del cambio.

Y es que este es el recuerdo que dentro de unos años explicarán estos chavales que se codearon con el actual Campeón de Europa. Jóvenes que van a entrenar en metro, que no son ni mileuristas en este club y que se tienen que ganar, a la mañana siguiente, las castañas como el resto de los mortales y no como galácticos.

Es el caso, por ejemplo, de David García, capitán de la UE Cornellà y dentista de profesión. Cuando usted lea estas líneas, él estará sacando una caries, mientras que otros compañeros sirven menús, levantan tabiques, reordenan bicicletas...

Ellos, mientras usted lea estas líneas, seguirán con el recuerdo de esta aureola mediática que, como todas las aureolas, es brillante, pero imaginaria y pasajera.
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