Shortime, de Sant Boi, vuelve con ‘The Voids, una web-serie musical

Largas colas de espera y nervios es lo que se vivió, el pasado 27 de octubre a partir de las 22h, en los Cines Girona de Barcelona con la presentación de ‘The Voids’, la última serie de cortometrajes de los santboianos ‘It’s Shortime’, de Fran Granada. A mano izquierda un photocall donde poder dejar presencia y a mano derecha una chica que comprobaba en lista los nombres de los asistentes. Esa era la recepción del estreno, propia de productora profesional. Y no es para menos. Lleno absoluto en la sala, con aforo para 400 asistentes, aproximadamente, que derivo en el habitual va-y-ven de paseos arriba y abajo para elegir las butacas no numeradas.

Con una estampa sensacional y, de acuerdo con la conocida frase “los bueno se hace esperar”, el inicio de la presentación se retrasó entre saludos y tardías llegadas. Un animadísimo Juli Bellot, actor -en sustitución del esperado director Fran Granada, que se hallaba bien camuflado entre las primeras filas- dio la bienvenida a la sala, procediendo al reparto de merchandising. El esperado estreno consistió en una ‘dramedia’ musical de cinco capítulos, con sus correspondientes comentarios off the record, que como afirmó Bellot “no acaban aquí, sólo es un tastet” del trabajo de coste cero del equipo de Fran Granada.

Tras el éxito de su corto Omega que triunfó en Youtube, esta vez la temática da un giro para tratar temas sociales a través de unos personajes –de prostitutas a drogadictas– con un perfil muy detallado y al mismo tiempo muy peculiar. En breves palabras, “The Voids” denuncia las etiquetas sociales, lanzando la idea de que lo que has podido hacer no define lo que verdaderamente eres; en un segundo puede cambiar tu vida. La progresión de ‘Shortime’ es indudable con esta nueva propuesta. Tras el éxito de la presentación en Barcelona, ‘Sant Boi’, la ciudad en donde nace este proyecto, pasará también ‘The Voids’ por los cines de Can Castellet. Será un nuevo reconocimiento a la labor de todo este equipo que, sin prácticamente financiación, crean cultura de calidad.