La Caravana

Patricios, próceres y plutócratas, se descubrían altruistas y creaban su ONG, les desgravaba fiscalmente y el empleo precario con becarios y los viajes frecuentes tenían aliciente para seres acomodados con mala conciencia.

Eran los laicos. Claro está, existen las ONG religiosas, algunas las Misiones de nuestra infancia. Vale, podían ser junto con la ONU y sus filiales, formas de atender necesidades de países atrasados. Aunque es justo reconocer que siempre tuvieron detractores, entre gente experta y conocedora del subdesarrollo. Theroux y ahora Salgado, con su film lo reafirma. Etiopía, fue el punto de ruptura con el modelo del concierto rock y sacos de arroz y harina volando que se malvendían por el camino. Ruanda lo corroboró. Y una España “nueva rica” tardó en entenderlo.

Despilfarro, corrupción en el punto de llegada y mal uso posterior del resto, no se detectaban. Todo seguía así con la Pajín y Zapatero, viento en popa: donaciones, pagos, descontrol, llevaron a la decadencia esta malversación institucional y por supuesto: la gran crisis española. Empezaron pronto las malnutriciones infantiles, los desahucios, el aumento de suicidios, el paro al 20%, todos indicadores objetivos de nuestra grave crisis doméstica. Con la crisis estallan escándalos y cierran muchas ONGs, en algunas instituciones, cesan cargos por irregularidades: caso Blasco.

Sin embargo, muchos entes públicos tardan en corregirse. El Ayuntamiento de Barcelona mantuvo su caravana de regalos por el Sahel , organizada por los funcionarios del Ayuntamiento hasta el secuestro de 3 cooperantes, su largo cautiverio y costoso rescate por el erario público. Acabó entonces. Sant Boi mantiene su alta cuota de Ayudas, financia ONGs y hasta paga radio-emisoras y otros lujos a S. Miguelito. De allí una delegación municipal viajó invitada, hace días, para agradecernos, claro, tanta dedicación.