Opinió

El Outlet de Artur & Boi

Lluis M Estruch | Viernes 15 de mayo de 2015
Islandia vendió el patrimonio genético de sus habitantes a una compañía médica estadounidense, pero de poco le sirvió para evitar su gran crisis bancaria digna de estudio.

Independiente desde 1944, esta isla adoptó una vía propia y desafiante ante diferentes acuerdos internacionales marinos: caza de ballenas, bacalao, aguas territoriales… Hoy ha vuelto a la insignificancia y sigue en crisis.

En la Cataluña más soberana de su historia, Mas quiere aún más soltura para arreglar sus entuertos económicos y como los griegos antiguos y modernos, esta dispuesto a venderlo todo: Agua, Aire y Fuego. El agua la ha vendido en alta a los sevillanos de Acciona y en baja a los franceses de Suez, ambos se pelean y litigan empeorando el caro servicio.

En el aire ha visto estrellarse la desastrosa Spanair tras enterrar millones en ella. Y el fuego o energía la ha cedido al grupo “Caixa” –Gas natural, Repsol- que con las Autopistas de peaje controla el transporte por carretera y dificulta el desarrollo de la energía eólica y solar, tan atrasada en Cataluña. Mas con sus inútiles “embajadas”, su hiperbólica TV3, y las subvenciones a prensa amiga: devora presupuesto. Pero él se inventa tasas e impuestos que a veces retira por ilegales. Todos sus males son atribuidos a una negra oficina madrileña donde unos hombres encapuchados traman maldades contra Cataluña.

Es un patriota que sueña con una Gran Andorra para que acaben sus problemas y los de los Pujols, con jueces dependientes y -Casinos, Apuestas, Loterías-, que junto con una banca opaca manen recursos de estado. No todo es culpa de él, su casi Nobel Mas-Colell vende inmuebles y va de alquiler y para ingenio el de Boi Ruiz de la patronal médica, que va desmontando la medicina pública a hachazos: lo último vender nuestros datos biomédicos a operadores privados, con apoyo de ERC.

Tan desafiantes y chulos son que parecen islandeses, lástima que los catalanes seamos peninsulares. En fin ya pondrán una valla como la de Ceuta. III