Es tranquilizador comprobar que a nuestra vuelta aún están ahí los críticos de cabecera, sin los cuales esto no tendría sentido (se podría discutir si aún con ellos lo tiene), pero no moderaré yo esa discusión. De “Anacleto…”, Jordi Costa, dice muchas cosas buenas, pero a mí me ha gustado especialmente ésta, por el uso del espanglis y por el término “fricción”: Ruiz Caldera propone una buddy movie paternofilial, donde la gran fuente de comicidad es la fricción entre un extraordinario Imanol Arias y un Quim Gutiérrez entregado a muerte a su papel.
De mi comentario en ABC puedo entresacar este párrafo, que ya sé que no es gran cosa pero estoy probando el coche, como Fernando Alonso: En líneas generales, está bien distorsionada la realidad al estilo Bruguera, aunque se le aprecie a Ruiz Caldera menos amor por sus «dibujos» que a Fesser por los de Ibáñez. Pero hay algunos momentos excelentes, como el más irresistible de la película, la «cena de la verdad», uno de esos golpes llenos de imaginación, malicia y risotada continua que valen por sí solos el precio de la entrada.