El 2011 podrá ser recordado como el año en que cristalizó el descontento ciudadano contra la gestión de lo público, justo en plena crisis económica. El movimiento 15-M, surgido a raíz de unas manifestaciones espontáneas ocurridas el 15 de mayo en la puerta del Sol de Madrid, supuso un toque de atención a los poderes públicos y la política de los recortes.
El Baix Llobregat y L’Hospitalet, ya de por sí reivindicativos, se dejaron contagiar el movimiento y protagonizaron algunos momentos importantes en el territorio. A nivel institucional, 30 alcaldes y alcaldesas se unieron el 31 de marzo en la sede del Consell Comarcal del Baix Llobregat para manifestar su rechazo contra los recortes y exigir a la Generalitat la creación de una mesa de diálogo para buscar la mejor manera de afrontar las reformas. También se volvió a reclamar la inversión en infraestructuras, algo fundamental para garantizar la competitividad del territorio. Esta declaración contó con el respaldo del Consejo Económico y Social del Baix Llobregat del Consell Comarcal, la federación de asociaciones de vecinos de loa comarca y la agencia de innovación Innobaix.
La sociedad civil tampoco se quedó de brazos cruzados y durante el 2011 se produjeron numerosas manifestaciones públicas contra los recortes y en defensa de la sanidad, la educación y otros servicios sociales.
Así, unos 2.000 médicos ejercientes en los hospitales del Institut Català de la Salut, incluidos los de Bellvitge y Viladecans, redactaron un manifiesto en el que denunciaban ante el Parlament la pérdida de calidad en la atención sanitaria. No en vano, el hospital de referencia en L’Hospitalet sufrió un recorte del 13% de su presupuesto, aunque no fue el único. El Consorci Sanitari Integral, que gestiona el Hospital General de L’Hospitalet y el Moisès Broggi de Sant Joan Despí, también recortó en un 9% su presupuesto para 2011.
Vecinos de L’Hospitalet y del resto de la comarca apoyaron estas y otras demandas y, en definitiva, se manifestaron contra lo que consideraban una reducción inadmisible de sus derechos básicos. Los hospitalenses, por ejemplo, participaron en la concentración convocada por la Confederación de Asociaciones de Vecinos bajo el lema “Por una sanidad pública. No a los recortes”. Y el Fòrum Social del Baix Llobregat hizo lo propio con “Prou retallades! Defensem els serveis públics del Baix Llobregat”, consigna que consiguió la participación de más de 5.000 personas.
Balsera, presidente
El entonces alcalde de Gavà, el socialista Joaquim Balsera, fue investido presidente del Consell Comarcal del Baix Llobregat el 22 de julio, gracias al apoyo del PSC, CiU, ICV-EUiA y ERC. Se reeditaba, por tanto, el pacto de la anterior legislatura y las consejerías quedaban repartidas de la siguiente manera: siete para los socialistas, tres para los ecosocialistas, dos para los convergentes y una para los republicanos. El presidente del Consell se comprometió a paliar los efectos de la crisis económica y potenciar la industria y el turismo de la comarca. III