Educació

Los docentes 'suspenden' los presupuestos con protestas

Marta Fernandez Veas | Miércoles 01 de febrero de 2017
Los sindicatos de la sectorial y Ensenyament llegan a un preacuerdo tras la manifestación

Otro de los pilares fundamentales que, junto a la sanidad, sostiene las estructuras del Estado del Bienestar, es la Educación. Este mes de enero hemos visto una nueva ola amarilla, con los docentes como principales protagonistas, para reclamar una educación de calidad, que desde el año 2010 sufren recortes como consecuencia de la crisis económica.

Uno de los manifestantes es el pratense Pedro Mercadé, representante de CGT-Ensenyament en el Baix Llobregat, que valora negativamente los nuevos Presupuestos del Govern de la Generalitat, que ya cuentan con la aprobación de la CUP y que, por tanto, saldrán hacia delante: “los presupuestos que el Govern de la Generalitat presenta para el año 2017 son muy inferior a los de 2010, además de no llegar a lo que determina la LEC (Llei d’educació de Catalunya)”, explica a El Llobregat Mercadé. “La traducción de ello es situarnos en la cola de la Unión Europea y al nivel de países como Laos o Perú”, sentencia.

Por ello, el pasado 18 de enero, los docentes salieron a las calles de Barcelona con el objetivo de revertir los recortes en educación: “Hay reivindicaciones prioritarias, como, por ejemplo, el retorno al horario lectivo (18 horas en primaria y 23 en secundaria), lo que supondría la reincorporación a los centros de 6.000 docentes que en su momento suprimieron, 3.000 directamente y 3.000 mediante no cobertura por jubilaciones. Esto permitiría, por una parte, tener menos horas de atención directa, lo que permite preparar mejor las clases, más coordinación y más atención a las familias”, añade Mercadé.

Así mismo, “las sustituciones son desde el primer día muy urgentes: somos menos plantilla; hay más alumnados en los centros que hace seis años; y cuando la persona está de baja o tiene una situación de permiso, muchas veces, hemos tenido que repartir al alumnado. En el caso de secundaria, si son especialistas, hasta que no viene el sustituto, en ocasiones, han pasado dos semanas, por lo que se paralizan las clases y no avanza el aprendizaje”.

Preacuerdo
Después de la manifestación, por el momento, hay un preacuerdo entre los sindicatos de la mesa sectorial y el Departamento de Ensenyament, a partir del cual, previsiblemente, los sindicatos de la mesa desconvocan la huelga que había prevista para el 9 de febrero y Ensenyament se compromete a añadir las medidas anunciadas: cobro de julio del personal sustituido y sustituciones desde el séptimo día; reducción de una hora lectiva a maestros y profesores para el próximo curso 2017-18, con la correspondiente reincorporación de unos 3.500 docentes y la reducción de otra hora el siguiente curso.

Tras estos cambios, el sindicato ha ratificado la decisión de realizar una asamblea en febrero para debatir y decidir la hoja de ruta de la lucha sindical “para recuperar tanto las reivindicaciones mínimas que están por conseguir, como el resto de recortes que aún sufrimos”, explican desde la CGT de Ensenyament.

El docente, preocupado
Mientras, el curso continúa. Hablamos con Ana, profesora de la asignatura de Tecnología en un instituto de Castelldefels. Nos cuenta que está “preocupada porque si proponen subir la ratio de los alumnos o eliminar mi asignatura me podría quedar sin trabajo. Al mismo tiempo estoy disgustada ya que estamos perdiendo derechos que con tanto esfuerzo consiguieron nuestros compañeros en el pasado”.

Ana, una joven profesora que acaba de empezar en la docencia, tal y como explica ella, “cuando estaba en mis clases de pedagogía, el profesor nos enseñaba cómo transmitir nuestros conocimientos y metodologías para un buen aprendizaje. Para ello, necesitamos muchas horas de trabajo en casa, cosa que antes no me imaginaba”.

“Ahora que tengo vacante, le dedico más horas a mi trabajo en casa que en el instituto. Me encanta mi trabajo, es muy gratificante y espero que los recortes y el tiempo no me quiten la ilusión de ver cómo aprenden mis alumnos”, explica Ana. Y es que, efectivamente, no solo está en juego las condiciones de los docentes, sino también la calidad de la formación de los más jóvenes y, por tanto, los adultos y profesionales del futuro. III