Juan C Valero

A la espera del último golpe de astucia

Joan Carles Valero | Viernes 01 de diciembre de 2017
L’Hospitalet y Cornellà son las principales ciudades del territorio Llobregat. La primera es la segunda ciudad de Cataluña en número de habitantes y la segunda, la primera ciudad de la comarca del Baix Llobregat. Hasta la reelección de Pedro Sánchez por la militancia socialista como secretario general, la proyección política la acaparaba Antonio Balmón, alcalde de Cornellà y partidario de Susana Díaz. Ahora es Núria Marín la protagonista por su papel central en algunos momentos decisivos de la política catalana y nacional y por ser la mano derecha de Miquel Iceta, hasta el punto de aparecer como su pareja política en el programa televisivo de Bertín Osborne.

Al margen de Aitana (Sant Climent), Nerea (Gavà) y Alfred (El Prat), los tres “triunfitos” que irradian talento en el exitoso regreso del “reality” artístico de TVE, el protagonismo mediático de nuestro territorio es de Núria Marín, la alcaldesa de L’Hospitalet, en detrimento de Antonio Balmón.

El alcalde de Cornellà ha caído en cierto ostracismo político desde que Susana Díaz perdiera la elección como secretaria general del PSOE, pues él fue uno de los principales apoyos de la candidatura de la presidenta andaluza en Cataluña.

Balmón está acostumbrado a perder en las batallas internas de su partido, primero con la desaparecida Carme Chacón, luego con Madina y finalmente con Susana Díaz. Tuvo su momento de gloria política en Cataluña con el defenestrado Pere Navarro al frente de la secretaria general del PSC, a quien dejó en fuera de juego por no comunicarle que Núria Parlón iba a renunciar a sucederle. Ahora cohabita con Ada Colau en la dirección del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) después de que la alcaldesa barcelonesa dinamitara el pacto de gobierno con el PSC en la capital.

En la historia de los intentos de golpe de Estado en nuestro país hay dos famosos “tranquil”: el que dijo telefónicamente el Rey Juan Carlos a Jordi Pujol el 23-F y el que profirió una sonriente alcaldesa de L’Hospitalet el pasado 11 de septiembre a Carles Puigdemont, después de afearle al entonces president de la Generalitat que no dejara en paz a los alcaldes que no querían colaborar en el referéndum unilateral del 1-O. Poco después de aquellas imágenes que dieron la vuelta por todas las televisiones, se pudieron ver otras en las que el Rey de España agradecía a la alcaldesa su asistencia a la recepción oficial del 12 de octubre.

La “mamma”
Marin suele coincidir con el monarca en las inauguraciones de las ferias importantes, como el Mobile World Congress. Los lectores de El Llobregat han podido leer en estas mismas páginas las críticas de quien suscribe a algunas de las decisiones de Marín, pero también el reconocimiento de estar encantado al verla ejerciendo de “mamma” ante los altos cargos de todos los gobiernos en defensa de sus intereses para L’Hospitalet. Al contrario que Balmón, al que la rudeza de sus formas entorpece las relaciones personales, la alcaldesa hospitalense aprovecha la gran plataforma ferial, cuyo recinto de Granvía se encuentra en un 20% en su municipio, para engancharse del brazo de todos los ministros, del Jefe del Estado y del presidente del Gobierno.

A Núria Marín también se la pudo ver en menos de 72 horas en el congreso del PP catalán y en el acto convocado en Barcelona por el Gobierno de España para anunciar multimillonarias inversiones en infraestructuras para Cataluña. Su intención no era otra que ir al encuentro de Mariano Rajoy y del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para defender el intercambiador de La Torrassa a partir del soterramiento de la vía férrea de Vilanova, por cuestiones de estética urbana para “coser” los barrios y para que funcione el sistema de Rodalies.

La traición de Puigdemont
La número dos del PSC también ha accedido a la ejecutiva del PSOE en sustitución de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Núria Parlón, y un mes después de la DUI (declaración unilateral de independencia), la alcaldesa de L’Hospitalet ha revelado que Puigdemont no ha dicho la verdad cuando alega que descartara convocar elecciones porque el Gobierno no daba garantías de que, pese a decretar la cita con las urnas, no aplicaría el artículo 155. Un ocioso ex president se apresuró a desmentir a Núria Marín por Twitter desde Bruselas. Marín asegura que Puigdemont miente, puesto que si hubiera convocado elecciones el jueves 26 de octubre, “el 155 no se habría aprobado en el Senado”. Aquel día en que el presidente de la Generalitat cesado optó por la DUI en vez de convocar las elecciones, la alcaldesa de L’Hospitalet realizó gestiones junto a otros destacados dirigentes políticos de Catalunña y del resto de España (entre ellos el ex president José Montilla; el lehendakari, Íñigo Urkullu; el líder del PSC, Miquel Iceta; el síndic de Greuges, Rafael Ribó, o el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella). Marín asegura que fueron las acusaciones de traición que recibió Puigdemont, procedentes del propio entorno independentista, las que desembocaron en que finalmente no convocara comicios.

Entretanto, el senador José Montilla, ex presidente de la Generalitat y ex alcalde de Cornellà, apuesta decididamente por “la transversalidad” tras el 21-D porque “la política de frentes, de un 50% radicalmente contra el otro 50%, no es lo mejor para Cataluña”. A su juicio, necesitamos “una apuesta por la certeza y la estabilidad” que sirva de incentivo para que vuelvan las empresas que han trasladado su sede social fuera de Cataluña. En ese sentido, no ve imposible, pero sí difícil “un acuerdo amplio que suponga un antes y un después a la hora de recuperar la confianza y eliminar la incertidumbre”. El sucesor de Montilla en el ayuntamiento de Cornellà ha pedido la puesta en libertad de los exconsellers de la Generalitat. Sobre la unificación de la causa en el Tribunal Supremo, que comportaría la excarcelación del vicentín Oriol Junqueras y del resto de consellers en prisión, entre ellos la hospitalense Meritxell Borràs, Montilla baraja la posibilidad de que Puigdemont reaparezca en Cataluña antes del 21 de diciembre para provocar su detención en un “nuevo golpe de astucia”. Así vamos…III