Olga Puertas

El divisor

Olga Puertas Balcell | Viernes 01 de junio de 2018
En abril de 1810 el general francés Augerau creaba el Departamento de Montserrat, con capital en Barcelona. Muchos años después, el alcalde de Martorell (PDeCAT) propone a su ciudad como capital de la nueva comarca del “Montserratí”. Sus razones son confusas en la época digital y de buenas rutas; tan diferente al 1936 y las distancias al mercado con carro de Pau Vila.

“Divide y vencerás”, decían César y Napoleón para dominar, hoy, en la Cataluña de las dos mitades. Es la fórmula de moda.
En 1988, los caciques de Banyoles crearon la comarca del Pla de l’Estany, con chollos concejiles. En 2017, el ‘Consell del Barcelonés’ decide disolverse por líos financieros. ¿Son útiles los ‘Consells’?.

En 2016, Bellaterra, un barrio rico de Cerdanyola se quiere independizar. Hay más casos de esta corriente fraccional influida por el separatismo. Contraria a la tendencia italiana y alemana de fusionar Ayuntamientos y concentrarlos para ahorrar.

Pero en la crítica al “nacionalismo de campanario”, no puedo olvidar Sant Boi, con 82.000 habitantes y 90 millones de presupuesto al año y donde se cumplen los 40 años de socialismo encadenado. Invirtiendo en una radio local sin audiencia, o de regalar otra a Nicaragua (Radio Humedales) cuando otros Ayuntamientos las clausuran. Carece de fibra óptica precisa para potenciar su economía y mantiene empresas públicas (Coressa y otras) de las que presume aún con pérdidas. Y esto con un 15,2% de pobreza, un 11% de paro con casas ”okupadas” e ilegales que ocupan terrenos en disputa con los jabalíes. Las escuelas públicas tienen más de un 18% de fracaso y abandono escolar.

Vale la pena insistir que en una visita hecha al cuartel de Santa Eulalia (100.000 m2) se me confirmó el interés militar de permutar la vetusta base por otra fuera de ciudad. Hasta con la posibilidad de “lotizar” los frontales del cuartel.

Pasaron 15 años de la alegre “paellada” que un expreso guisó para 3.000 bocas. Pan y circo, ¿se esperan un regalo?.
Otro tanto ocurre con la central Endesa y sus líneas de alta tensión que malogran la colina de San Ramón, lugar de “meriendas fraternales” de federalistas que rabiarían de ver su Ateneo arruinado.

Y a ACVOT (víctimas del terrorismo) se les rehusó el apoyo en un Pleno.

Sant Boi es una ciudad suburbana “invisible” a quien su gran escritor local, Kiko Amat, describe con acritud.Nosotros uniremos barrios separados y solucionaremos los viejos problemas locales, sin hipotecas que pagar, porque 40 años de hipoteca ya bastan. III