El contrato tiene un presupuesto de 1 millón de euros y un plazo de ejecución de 60 meses, y contempla el reconocimiento de inmuebles situados alrededor de las obras de soterramiento e integración urbana del ferrocarril previstas en L'Hospitalet, Sant Feliu y Montcada i Reixac. De esta manera, Adif quiere evitar problemas como los surgidos a raíz de la llegada del AVE a Barcelona y los socavones y problemas estructurales que sufrieron algunos edificios en Bellvitge.
Mediante un proceso similar al de entonces, explican desde Adif, se llevará a cabo una inspección y documentación del estado y las patologías de los inmuebles tanto antes como durante las obras. Asi, el administrador ferroviario se curará en salud y verificará la ausencia de afecciones en las estructuras imputables a los trabajos.
Estos procedimientos serán realizados por personal cualificado y con experiencia acreditada, destacan desde Adif.