Cornellà

Splau forma a 30 jóvenes para trabajar en el centro comercial

Redacción | Jueves 06 de junio de 2019
La iniciativa Work@ Splau pretende la inserción laboral de chicos y chicas de entre 18 y 30 años para que encuentren un empleo en grandes superficies comerciales y de retail.

Una treintena de jóvenes, muchos de ellos del Baix Llobregat y L'Hospitalet, se han graduado en el programa Work@ Splau, una iniciativa que promueve la inserción laboral de jóvenes en el sector del comercio y las grandes superficies comerciales. Esta acción la impulsa Unibail-Rodamco-Westfield, propietaria del Splau, de la mano de Generation Spain, y tiene como objetivo combatir el desempleo juvenil. En este sentido, se enmarca en la hoja de ruta Better Places 2030 de la empresa gestora del centro comercial, una acción que considera esencial para contribuir al desarrollo de las comunidades.

Splau ha sido el segundo centro en implementar la iniciativa Work@ en 2019. Durante tres semanas la treintena de jóvenes -seleccionados de entre más de 130 candidaturas- han recibido formación para adquirir las habilidades requeridas para desempeñar trabajos de venta al público y hostelería de marcas que operan en el centro comercial cornellanense. Tras la formación, los chicos y chicas han iniciado una segunda fase para conseguir empleo, un proceso en el que han recibido la ayuda y seguimiento de 'coaches', que les han asesorado en talleres grupales para mejorar tanto la búsqueda de trabajo como en el desarrollo de sus competencias.

"Es una iniciativa buena para todos, porque acercamos talento joven que las marcas de nuestro centro comercial piden", explica a El Llobregat el director del Splau, Jaime Tamayo. "Damos un valor añadido a todo el proceso con la formación de tres semanas", añade Tamayo, que destaca que a las marcas "les encanta" el proceso de selección, que aporta seguridad a la hora de contratar nuevos talentos. Tamayo también destaca el valor social y solidario del programa. "Cogemos este proyecto con muchas ganas, porque al final hay una recompensa muy grande: Solo ver la sonrisa de los jóvenes meses después te llena", asegura.

Uno de estos chicos y chicas, Sara, vecina de Gavarra, en Cornellà, corrobora las palabras de Tamayo. "Desde el primer día hasta el último hemos mejorado muchísimo y cambiado un montón", explica la cornellanense, que destaca cómo se han dado cuenta de las capacidades y habilidades que tenían y no valoraban anterioridad.