Son proyectos más manejables, algunos incluso de formato casi familiar en los que está presente una gestión ecológica de los negocios. Hablamos de negocios muy conocidos como los de Oriol Ivern (Hisop ), Diego Gallegos (SOLLO Restaurante), Eneko Atxa (Azurmendi), Begoña Martínez y Pablo Montero (Gune) y Javier Olleros, (Culler de Pau); también, Fina Puigdevall (Les Cols), Xavier Pellicer (Xavier Pellicer) y Susana Aragón (Centric Gastro), por poner solo algunos ejemplos. Pero no solo hay que fijarse en lo que hay en el plato, sino en cómo se consigue que todo llegue ahí. Se trata de un conjunto de factores (muchos intangibles) que conforman el restaurante sostenible, desde la fuente de energía usada en el abastecimiento, conservación y producción, al diseño, pasando por los materiales de construcción del propio restaurante y los diversos procesos productivos. Las prácticas de sostenibilidad en la producción, el comercio y la distribución; y propuestas de valor, marketing y conocimiento para una mejor gestión de los negocios hosteleros está a la orden del día. Y, si quiere tener futuro, ha de mirar hacia el verde.