Castelldefels

El proyecto de la C-245 empieza a ver el final de su trayecto

Esther Collado Ortigosa | Sábado 06 de noviembre de 2021
Han pasado ya varios años desde que el proyecto de la C-245 se dio a conocer a la ciudadanía y, en esta ocasión, parece que finalmente podremos verlo avanzar hasta terminarlo.

Los residentes de Cornellà de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Vialdecans, Gavà y Castelldefels posiblemente estén familiarizados con las obras de la C-245, o hayan oído hablar de ellas anteriormente. Y es que, a lo largo de los años, se han compartido varias noticias esperanzadoras que acabaron en decepción debido a que no llegaban a arrancar. Pese a ello, en esta ocasión parece que finalmente empiezan a ver su final, ya que, según ha informado la Generalitat de Catalunya, se espera que las obras de la C-245 terminen entre la primavera y el verano de 2022.

Esta carretera comarcal de más de 13 kilómetros se convertirá en un gran paseo urbano que mejore las conexiones de la ciudad con su entorno. Entre sus prioridades actuales está la de proporcionar una movilidad sostenible y centrada en las personas, de manera que resulte más tranquila y segura, y menos contaminante. Por este motivo, la futura C-245 ofrecerá a los ciudadanos una vía ciclista y un carril reservado para la línea rápida de autobuses híbridos. Se calcula que, gracias a esta plataforma reservada para el transporte público, se podrá aumentar la velocidad al menos en un 25% en tramos urbanos, de manera que se recortarán casi 15 minutos del trayecto que realizan entre Cornellà y Castelldefels. Además, el recorrido estará iluminado por luces led, y tendrá una arboleda que estará presente en toda la carretera, manteniendo así una estética uniforme en todo el paseo.

Este proyecto está impulsado por la Generalitat, el Àrea Metropolitana de Barcelona y los Ayuntamientos de Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels, y cuenta con un presupuesto de alrededor de 32 millones de euros. A través de esta reforma quieren transformar la C-245 en una vía más urbana, de manera que mejore la vertebración de los municipios por los que transcurre, y en los que viven más de 350.000 personas.

Actualmente, pese a que las 5 ciudades han empezado a trabajar en sus obras y hay algunas que avanzan correctamente, siguen apareciendo complicaciones en ciertos tramos. Esto lo podemos ver, por ejemplo, en Castelldefels, donde se detuvieron las obras de la plaza Colom. Su paralización se debe a que la constructora ha reclamado un incremento que representa un 38% del importe del proyecto. Por tanto, según ha informado la constructora Dragados, este tramo de las obras no volverá a ponerse en marcha hasta enero de 2022. Por lo demás, las obras de esta ciudad avanzan correctamente. Según ha informado el Ayuntamiento de Castelldefels, el tramo entre la calle Doctor Ferran y la plaza Pau Casals ya está terminado; y, según la Generalitat de Catalunya, los trabajos entre la calle Narcís Monturiol y el límite con el término municipal de Gavà están prácticamente completados.

Por lo que respecta a Gavà, el Ayuntamiento ha declarado que las obras entre las calles de Fortià Casanovas y el tramo de la Rambla se terminarán a finales de año, una intervención para la que tuvieron que derribar las edificaciones expropiadas que estaban situadas junto a la Rambla. Por otro lado, la intervención en el tramo de la Rambla se prevé que empezará a finales de enero de 2022. De esta manera, todo apunta a que las obras terminarán en primavera.

Por otro lado, Viladecans no está sufriendo ningún inconveniente en el avance de sus obras. Gracias a esto, los trabajo entre Riera Sant Llorenç y Sant Josep están prácticamente completados, y el tramo entre la avenida Francesc Macià y la rotonda de Can Calderon se encuentra muy avanzado, de manera que ya se ha realizado el asfaltado definitivo. Finalmente, en lo que respecta al tramo central del municipio, entre la calle Sant Josep y la avenida Francesc Macià, y la rotonda de Calderon, también se han iniciado las obras.

En cuanto a Cornellà de Llobregat, se está trabajando en la ejecución de su carril bici en el tramo que discurre por el Parc Agrari del Baix Llobregat y bajo el nudo viario de la A-2. Además, las actuaciones de urbanización entre la avenida del Baix Llobregat y la calle Rubió i Ors se están completando. Por último, se está iniciando la remodelación que va desde la mediana hasta la carretera de Esplugues, en la cual se situará una nueva parada de autobuses.

Por último, Sant Boi de Llobregat se encuentra en una situación similar a Viladecans. Según afirma la Generalitat de Catalunya, «prácticamente se han completado los trabajos entre el límite con el término municipal de Viladecans y la calle Josep Castells; y se encuentran muy avanzadas las actuaciones del tramo entre Riera Fonollar y la plaza Llobregat, donde se ha realizado parte del asfaltado definitivo». Por otro lado, también han confirmado que los trabajos en el tramo entre la plaza Llobregat y la rotonda Parellada han comenzado recientemente.

B-25: ‘La variante’ de la C-245

Pese a que las actuales obras de la C-245 están avanzando correctamente en Sant Boi de Llobregat, este municipio lleva arrastrando otro problema desde hace ya casi 20 años. Se trata de la conexión entre la autovía A-2 y la C-32, conocida popularmente como ‘la variante’ de la C-245.

Por suerte, tras la demanda histórica de los ciudadanos del municipio, finalmente se informó el pasado mes de octubre que estas obras se reactivarán. Esto ha ocurrido gracias a que la exalcaldesa de Gavà y actual ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, aprobó provisionalmente el proyecto trazado para terminar la «prolongación de la autovía del Baix Llobregat entre la Ronda Litoral y la autopista C-32».

Este tramo supone una infraestructura vital para la movilidad de los habitantes de Sant Boi y la Comarca, ya que hasta ahora, los ciudadanos no podían evitar el farragoso paso por el Nudo del Llobregat ni el rodeo que ello supone. Y es que estas obras inconclusas fueron diseñadas como una conexión directa entre la B-10 y la C-32 en 1991, pero quedaron paralizadas durante muchos años.

Por tanto, este proyecto se retoma con el objetivo de finalizar por completo las obras, parcialmente ejecutadas, que deben conectar el cinturón Litoral con la autopista C-32, mejorando de esta manera siete nudos viarios. Esta nueva conexión, conocida actualmente como una ‘variante’ de la C-245, se denominará finalmente como autovía B-25.

Completar estas obras no solo beneficiará la conexión mencionada, sino que también supone terminar la vía del Centro Direccional en El Prat de Llobregat. Además, duplicará los carriles en la vía de conexión de las carreteras BV-2002 y BV-2005, de la Diputación de Barcelona, con el enlace 602 de la autovía A-2 a la altura de Sant Vicenç dels Horts.

La longitud de la nueva autovía B-25 será de 2,26 kilómetros y el proyecto incluye 1,3 kilómetros de un carril-bici de 3 metros de anchura. Con el propósito de terminar estas obras con éxito, las actuaciones proyectadas cuentan con un presupuesto de 45 millones de euros. Parece que finalmente, después de 20 años, se espera que este proyecto arranque y llegue a terminarse en su totalidad.

Recordemos cómo empezó todo

La antigua carretera comarcal C-245 se construyó como una vía rápida de conexión hacia el sudoeste del territorio de Barcelona, y su trazado respondía a la lógica de conectar la ciudad con los núcleos urbanos del camino hacia Calafell. Finalmente, su trazado se dimensionó como una carretera comarcal, de doble sentido, de entre 3 y 4 carriles y arcenes variables.

Por otro lado, la autopista C-32, una vía rápida variante, casi paralela a la antigua carretera, se construyó como consecuencia del crecimiento urbano, industrial y demográfico que hubo entre los años 1950 y 1975. Esta recogía la movilidad de aquellos vehículos y mercaderías que entraban por el sur a la ciudad de Barcelona. De esta manera, lograron liberar del pesado tránsito y de los largos recorridos a los municipios de Castelldefels, Gavà, Viladecans, Sant Boi y Cornellà.
Hasta ahora, la C-245 ha sido objeto de diversos estudios y proyectos, como por ejemplo la propuesta de Busbaix, la cual planteó una plataforma segregada para el transporte público, o la ambiciosa propuesta de 2007 que estudiaba convertir la carretera en un eje cívico y verde.

Pese a ello, el proyecto que se ha llevado a cabo actualmente es mucho más realista de acuerdo al contexto socioeconómico. Además, esta propuesta se focaliza en la integración urbana de la C-245, la mejora del transporte público, la implantación de la bicicleta y, en consecuencia, una mejora de la calidad del aire.
Por tanto, aunque la reforma de la C-245 se ha hecho esperar, finalmente han logrado encontrar un proyecto que beneficie a la sociedad. Y es que las mejoras para el transporte público y los nuevos carriles bici supondrán un gran beneficio tanto para sus habitantes como para el medio ambiente, lo que al final también es sinónimo de una mejor calidad de vida.