Sociedad

La falta de niños y de motivación empieza a vaciar las aulas del Baix Llobregat

Xavier Adell | Domingo 25 de septiembre de 2022

El número de alumnos que han comenzado el nuevo curso 2022-23 es notoriamente más bajo que hace un año El 73% de las matrículas, tanto de educación infantil y primaria como de secundaria, se han formalizado en centros públicos. La cifra trepa hasta el 91% en los grados medios y al 94% en Bachillerato.



La caída de la natalidad ya empieza a notarse en todas las etapas de la vida escolar del Baix Llobregat, desde la educación infantil hasta la universidad. En el inicio oficial del curso 2022-2023 (estrenado este viernes con la apertura de las Escuelas Oficiales de Idiomas) se ha detectado un descenso del alumnado en todos los modos de enseñanza, que es más notorio cuanto más se desciende en la pirámide de edad, prueba de que cada vez hay menos niños.

Curiosamente, también se está reduciendo el número de inscritos en los estudios superiores no obligatorios, pero esta bajada responde a otras causas más relacionadas con el fracaso escolar y la prematura salida al mundo laboral, según los expertos consultados. En total –fusionando todos los estudios con excepción de los universitarios- han supuesto la matriculación este curso que comienza de 137.061 alumnos en el conjunto del Baix Llobregat, un 2,19% que en el curso 2021-22 cuando fueron a clase en la comarca 140.124 escolares.

La disminución de alumnos empieza a ser ya significativa en la franja de educación infantil (de 3 a 6 años). Mientras que el año pasado se matricularon en este nivel inicial 20.655 niños, en el curso que acaba de arrancar lo han hecho solo 19.553, es decir 1.102 menos. Esta diferencia supone una preocupante caída del 5,34%, según los datos recopilados por los servicios territoriales de la Conselleria d’Educació en el Baix Llobregat.

La situación en la comarca mejora ligeramente a medida que se asciende en el escalafón educativo, lo que hace presagiar que en los próximos años el actual descenso del 5% observado en las aulas de infantil se acabará extendiendo al resto del sistema educativo de forma progresiva. Eso siempre y cuando que no se detenga la actual tendencia de desplome de los natalicios en el Baix.

La mitad que en infantil

Así, en las aulas de Educación Primaria de la comarca, la situación en el inicio del curso 2022-2023 es bastante menos alarmante que entre los párvulos, pues el descenso de alumnos es solo del 1,93% con 944 alumnos escolarizados menos que en 2021, menos de la mitad del descenso porcentual registrado en los cursos de educación infantil. En cifras absolutas, se ha pasado de los 48.860 niños escolarizados en primaria en el curso 2021-2021 a los 47.916 que acaban de empezar las clases.

Cuando se da el salto a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) la situación se estabiliza, con una ligera pincelada alcista del 0,58%. Así, los 37.250 alumnos de secundaria del curso pasado se han convertido en 37.505, es decir en 215 más. La estabilidad de la ESO mejora la media de escolarización de toda la etapa obligatoria (desde los 3 hasta los 16 años) aunque sigue en números rojos, con un desplome del 1,71%. En total, los tres ciclos están siendo cursado por 104.974 niños, es decir, por 1.831 escolares menos que en el curso 2021-22, en el que se matricularon 106.805 menores.

Pérdidas en los ciclos básicos

El cómputo del alumnado vuelve a perder fuelle al pasar a los estudios no obligatorios. Así, en los ciclos formativos básicos y similares (CFGB) se ha detectado al inicio del curso 2022-23 una pérdida de estudiantes del 6,62% respecto al año pasado. En cifras, se ha pasado de los 1.284 inscritos en 2021 a los 1.199 de este año.

En el siguiente estadio, la formación profesional de grado medio (FPGM), la situación da un vuelco y se constata un incremento del número de alumnos del 6,70%. En solo un curso se ha pasado de 6.046 matriculados en 2021 a los 6.451 que han iniciado las clases este mes de septiembre.

La bestia negra

Todo lo contrario ocurre al hablar del Bachillerato, la auténtica bestia negra del ciclo escolar. Los dos cursos que conforman la puerta de entrada más rápida a la universidad están perdiendo público a marchas forzadas. Solo hay que comparar el número de matriculados en este curso 2022-23 en el Baix Llobregat (14.296) con los 15.525 bachilleres del curso 2021-22 para obtener una vertiginosa caída del 18,90%.

Al meter en un mismo paquete todos los estudios secundarios no obligatorios la cifra se maquilla un poco y amortigua el golpe del descenso del Bachillerato. En bloque, el número de alumnos del curso 2022-23 es de 14.296 jóvenes, frente a los 15.525 del periodo 2021-22, lo que supone un bache del 7,92%.

Escuelas de adultos y de idiomas

El resto de estudios (sin contar los universitarios) mantienen este curso comportamientos dispares pues la Formación Profesional de Grado Superior (FPGS) ha perdido un 2,36% de cuota, pasando de los 4.784 del curso pasado a los 4.671 matriculados en este. Por el contrario, las escuelas de adultos apenas han ganado un 1,05% % de asistentes y los estudios oficiales de idiomas un leve 0,45%.

En función del tipo de escuela, la pública se impone a la concertada en todas las modalidades educativas del Baix Llobregat en este curso 2022-23 recién estrenado. El porcentaje es plazas públicas es del 73% en Educación Infantil, Educación Primaria y ESO, con un total de 76.943 alumnos frente a los 28.031 de la escuela concertada.

La pública se impone

El triunfo de la escuela pública es más apabullante cuando se trata del Bachillerato (supone el 94% de los 6.646 alumnos matriculados), de la Formación Profesional de Grado Medio (91% de los 6.451 escolarizados) y de la Formación Profesional de Grado Superior (90% de los 4.671 alumnos inscritos. Si se calcula el promedio entre las tres variantes, la escuela pública se impone a la concertada en el conjunto de la enseñanza secundaria no obligatoria, pues atrae al 92% de los 17.768 jóvenes inscritos este nuevo curso 2022-2023.