Economia

Estados Unidos encara un frenazo económico y la tensión inflacionaria

Viernes 13 de junio de 2025
La actividad económica en EE.UU. da señales de desaceleración mientras las tensiones arancelarias presionan costes y añaden incertidumbre. Especialistas alertan sobre una posible combinación de impacto inflacionario y un crecimiento por debajo del esperado. La Reserva Federal describe un panorama mixto: la mitad de sus distritos han caído en actividad y los precios suben por los nuevos aranceles.

La Fed ha mantenido los tipos de interés en torno al 4,25–4,50 % desde diciembre, y su último informe Beige Book refleja que el crecimiento es desigual: solo tres de los doce distritos estadounidenses están pasando por una etapa de expansión económica, mientras la mayoría va en dirección opuesta. Las empresas ya están avisando sobre el traslado de los costes de los nuevos aranceles a los consumidores, lo que se agrava aún más ante el clima de indecisión que sigue reinando en el país. Un cóctel explosivo al que se añade el descenso del PIB norteamericano en el primer trimestre (-0,3 %), atribuido en parte a la gran oleada de importaciones previa a la imposición de aranceles.

Una situación que invita al pesimismo, pero en la que ha surgido un extraño fenómeno delatado por el Russell 2000. Este índice, que agrupa a las pequeñas empresas, ha mostrado una mayor estabilidad frente a la tormenta económica, demostrando el potencial de estos negocios para remontar en esta situación. Su comportamiento ofrece una visión más precisa del pulso de la mayoría de negocios, también afectados por la volatilidad imperante en la economía global.

La inflación aprieta mientras Russell 2000 sube

El PMI del sector servicios de mayo bajó por debajo de 50, entrando en terreno negativo, algo inesperado después de varios meses de expansión. Parecía que el mercado laboral podría seguir creciendo, ya que en mayo se crearon 139.000 empleos, pero la última revisión de cifras ha sido a la baja, marcada además por un descenso en la tasa de participación.

El empleo se está estancando, y eso está complicando la situación a las familias estadounidenses, sobre todo por la inflación, que poco a poco está aumentando, encareciendo precios y haciendo que sus ahorros pierdan valor.

Ante esta situación, el comportamiento del índice Russell 2000 está siendo especialmente llamativo. Su tendencia invita a pensar en un repunte en junio gracias a un ajuste estacional, que no varía ni siquiera en contextos tan complicados como el actual. Bien es cierto que las firmas más pequeñas son muy sensibles a los costes de financiación, más complicados debido al aumento de la inflación y su efecto en los tipos de interés, como también las tensiones comerciales actuales en el país.

Pero eso es precisamente lo que hace de este índice un medidor tan interesante para analistas: muestra el estado de salud real de las PYMES, lejos del foco de las grandes multinacionales y más cerca de la situación de a pie.

Aranceles, incertidumbre y riesgos al alza

La Fed ya ha advertido de que los nuevos aranceles podrían traducirse en mayores costes y precios en los próximos meses. De hecho, se estima que el índice de precios al consumidor aumente un 2,9% ya, por encima del mes anterior. Es una situación compleja y delicada que está ya en el punto de mira de las autoridades internacionales. De hecho, el Fondo Monetario Internacional ha elevado al 40 % la probabilidad de recesión en EE.UU., señalando los aranceles como uno de los principales desencadenantes.

Esto dibuja un escenario claro: un crecimiento excesivamente lento con una inflación persistente que, poco a poco, va mermando la economía de los hogares estadounidenses. Todavía queda por ver el resto del año, pero todas las miradas están puestas en los datos del PMI, los de empleo del mes de junio y la evolución del índice de precios en los próximos meses. Si estos sitguen subiendo sin que haya una recuperación en el crecimiento económico, la FED tendrá que tomar decisiones difíciles: o frena la inflación o mantiene la economía activa.

Es posible que esta situación también afecte a otros mercados financieros, que llevan tiempo mostrando cierta inestabilidad, sobre todo en los últimos meses. Ahora, más que nunca, se está observando la capacidad de las PYMES para mostrar la salud económica real de la población y los negocios. Porque puede que EEUU se encuentre en una encrucijada, pero sus negocios, tanto pequeños como medianos, siempre van a buscar la forma de subsistir y mantener a flote una economía que pasa por momentos muy turbulentos.

No hay señalas claras de recesión, ni tampoco de crecimiento. La incertidumbre impera actualmente en Estados Unidos y hay miedo de que la situación empeore. Las medidas que se tomen en los próximos meses y la decisión de la Fed van a ser clave, sobre todo para frenar el potente impacto de unas medidas arancelarias que parecen haber traído demasiadas complicaciones al panorama económico mundial. Los próximos meses van a ser clave para todos.

TEMAS RELACIONADOS: