Cornellà

Cazan a los ultras del Espanyol que colgaron una diana sobre el árbitro Del Cerro Grande en Cornellà

Redacción | Miércoles 10 de septiembre de 2025
La Policía Nacional ha identificado a tres miembros del grupo radical La Curva .un colectivo ultra del RCD Espanyol de fútbol, del como responsables de la pancarta amenazante que señalaba al colegiado Carlos del Cerro Grande con un punto de mira en la frente y la leyenda “Se busca” en las inmediaciones del RCDE Stadium de Cornbellà-El Prat. La investigación, bautizada como Operación Pitch, ha logrado destapar la amenaza más grave sufrida por un árbitro de Primera División en los últimos años en España.

La Policía Nacional ha puesto nombre y apellidos a los responsables de una de las imágenes más inquietantes de la pasada temporada futbolística de la Liga española, según se ha informado este miércoles através de un comunicado. Tres personas vinculadas al grupo ultra blanquiazul La Curva, entorno radical del RCD Espanyol, han sido identificadas como presuntas autoras de la colocación de la pancarta colgada en una valla metálica de Cornellà con la que se amenazó al árbitro internacional Carlos del Cerro Grande el pasado 29 de marzo, en las proximidades del RCDE Stadium de Cornellà-El Prat.

Aquel día, horas antes del partido de fútbol entre el Espanyol y el Atlético de Madrid, apareció colgado un cartel de más de dos metros de lado en una verja metálica próxima al feudo españolista. En él figuraba el rostro del mencionado colegiado dentro de una diana y el mensaje “Se busca”, acompañado de una burla a su apellido (“Carlos del Cerdo Grande”).

Viral en redes sociales

La pancarta fue retirada poco después por los Mossos d’Esquadra, pero antes de que esto sucediera ya se había viralizado en redes sociales, acompañada de mensajes insultantes y amenazantes que no tardaron en generar una cascada de condenas: desde la propia entidad blanquiazul (que tachó el gesto de “inadmisible”) hasta la Real Federación Española de Fútbol, LaLiga y el Comité Técnico de Árbitros.

La denuncia presentada por el propio Del Cerro Grande y por las instituciones futbolísticas dio pie a la “Operación Pitch”, coordinada por la Comisaría General de Información y desarrollada por la Brigada Provincial de Información de Barcelona. Según ha informado la Policía, los tres identificados administraban perfiles en redes sociales que difundieron la pancarta y mensajes con una “amenaza real, seria y objetiva con entidad suficiente para amedrentar” al colegiado.

La sombra de La Curva

Los implicados están vinculados a La Curva RCDE, el principal grupo ultra del Espanyol. Surgido a principios de los 2000 tras la desaparición de las antiguas Brigadas Blanquiazules, La Curva se presenta como grupo de animación pero ha estado envuelta en episodios de violencia dentro y fuera de los estadios. En varias ocasiones ha sido señalada por su relación con la extrema derecha y por incidentes que han deteriorado la imagen del club en el ámbito institucional y deportivo.

Aunque el RCD Espanyol condenó públicamente lo sucedido, la identificación de miembros de este grupo vuelve a poner de relieve la difícil convivencia entre el club, sus aficionados de base y un sector radical que no duda en traspasar los límites de la protesta deportiva para situarse en el terreno de la amenaza.

Tolerancia cero

La Policía Nacional ha subrayado en su comunicado de este miércoles que mantiene una estrategia de “tolerancia cero” contra la violencia en el deporte. En la pasada temporada 2024-25, la policía detuvo a más de 70 personas en toda España por delitos relacionados con violencia en el fútbol, una cifra que evidencia que el problema trasciende un solo estadio.

El caso de Cornellà, no obstante, tiene un simbolismo especial: no solo por la crudeza de la amenaza —con una diana apuntando a la frente del árbitro—, sino también porque se dirigía contra uno de los colegiados más veteranos y respetados de Primera División, con amplia experiencia internacional. La identificación de los tres ultras supone un paso más en la protección de los árbitros, colectivo cada vez más señalado en un clima de creciente hostilidad. Ahora será la justicia la que determine las responsabilidades penales de los acusados.

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