“Una ciudad que educa es una ciudad que a la vez cuida, y es responsabilidad de todos asegurar que ningún joven se quede atrás”. Con estas palabras, la ministra de Educación del Gobierno de España, Pilar Alegría, cortó la cita inaugural la semana pasada en el Atrium de Viladecans de la 17ª Trobada de la Xarxa Estatal de Ciutats Educadores (RECE), un congreso que durante tres días ha convertido a la ciudad en epicentro del debate sobre cómo frenar el abandono escolar prematuro.
Más de 60 municipios de toda España y 66 representantes locales han compartido proyectos y estrategias para combatir una realidad que, aunque mejora —el abandono escolar en España ha caído al 13%, su nivel más bajo de la historia—, sigue siendo uno de los grandes desafíos del sistema educativo.
En su intervención, la ministra Alegría ha hecho hincapié en el papel esencial que juegan los ayuntamientos en la lucha contra este fenómeno: “Las administraciones locales son imprescindibles para crear una educación con impacto real en la ciudadanía”.En la misma línea, ha centrado sus palabras la consellera de Educación de la Generalitat, Esther Niubó, quien ha destacado que la RECE es “un espacio para reivindicar la educación como motor de transformación social y para reconocer el compromiso de los ayuntamientos como agentes educadores. Porque la ciudad y su entorno, más allá de la escuela, también educan”.
Niubó ha agradecido especíoficamente a la alcaldesa de Viladecans, Olga Morales (PSC), que la ciudad se haya afianzado como “todo un referente” en materia de abandono escolar cero y ha reconocido el trabajo de las ciudades participantes en el encuentro “por su compromiso y visión compartida”.
Viladecans no solo ha sido sede del congreso: también ha sentado cátedra dando visibilidad a su propio ejemplo. Olga Morales, ha reafirmado la apuesta de la ciudad por la educación como herramienta de igualdad de oportunidades. “La educación es la clave del futuro, de la igualdad y de la libertad”, ha defendido Morales, que recordó que el municipio lleva más de treinta años integrado en la red de Ciudades Educadoras.
Durante su intervención la alcaldesa, ha detallado que el objetivo irrenunciable de Viladecans es que el 100% de los niños nacidos a partir de 2015 finalicen los estudios postobligatorios, con la meta de alcanzar el hito del abandono escolar cero antes del año 2030.
La presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, que también ha participado en el evento inaugural,. ha incidido en el mismo postulado: “La Diputación de Barcelona está al servicio de los 311 municipios de la provincia y trabajamos para garantizar los derechos educativos de todas las personas. En tiempos convulsos, no hay nada más seguro que apostar por la educación como elemento de transformación, cohesión social y equidad”", ha destacado.
Moret puso en valor el programa de orientación online Transitar, una herramienta creada por la administración provincial barcelonesa n para acompañar a los jóvenes en momentos clave de decisión y prevenir el abandono prematuro.
Entre las ponencias más destacadas del encuentro ha destacado la que realizó la socióloga Aina Tarabini, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien ha abordado la dimensión emocional del abandono escolar. “Las escuelas deben entenderse como espacios de cuidado, y la atención emocional no puede verse como antagonista al esfuerzo o al rendimiento”, ha recalcado la socióloga.
Tarabini ha animado a los municipios a diseñar políticas educativas “adaptadas a la realidad emocional, relacional y contextual de cada ciudad”, subrayando que el fracaso escolar no puede analizarse solo desde las cifras, sino desde la experiencia vital de los alumnos.
El analista social Eduard Vallory, director del Barcelona Institute of Science and Technology, ha sido quien ha lanzado una de las frases más contundentes del congreso: “Una escuela que deja perder a un niño no es digna de llamarse escuela.” Un frase que resume a la perfección la finalidad última del encuentro
Bajo el lema Educación disruptiva para el abandono cero, Vallory ha abogado por repensar el propósito mismo de la educación: “No puede reducirse a una herramienta de transmisión de conocimientos. Debe entenderse como la vida misma”, ha subrayado, en una crítica directa a la lógica individualista y competitiva que, a su juicio, sigue dominando el sistema.
Otro de los participantes en las jornadas, el pedagogo Guillermo Bautista, ha aportado una mirada práctica sobre la transformación de los entornos de aprendizaje: “El espacio educativo influye directamente en el bienestar y el aprendizaje”, ha indicado. Bautista ha propuesto romper con el modelo clásico de aulas en filas y sustituirlo por entornos que favorezcan la cooperación, la creatividad y la socialización del conocimiento.
El congreso también ha contado en su programna de actividades con talleres y paneles liderados por ciudades como Málaga, Sevilla, Granollers y Rivas Vaciamadrid, que han presentaron experiencias sobre inclusión, cultura, ciudadanía crítica y participación infantil.
La jornada de clausura ha servido además de para poner el broche de oro a unas interesantes jornadas, para acoger una interesante mesa redonda sobre evaluación educativa y una asamblea final en la que Viladecans ha cedido el testigo de ciudad coordinadora de la RECE a Málaga, urbe que a partir de ahora, y durante los dos próximos años, asume el liderazgo de la red.
La Red Estatal de Ciudades Educadoras agrupa actualmente a 239 municipios de toda España que comparten un mismo compromiso: hacer de la educación el eje vertebrador del desarrollo urbano y social. Viladecans, pionera en esta red desde hace más de tres décadas, se despide con estas jornadas del liderazgo del grupo con la misma convicción con la que asumió su dirección: que educar no sea solo tarea de las escuelas, sino de toda la ciudad.