El conseller de Justícia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler, ha visitado los trabajos arqueológicos en la fosa común del cementerio viejo de Abrera, donde se investiga el enterramiento de entre 12 y 18 civiles víctimas de la represión franquista. La intervención forma parte del Plan de Fosas 2023-2026 de la Generalitat. El conseller estuvo acompañado por los alcaldes de Abrera y Olesa de Montserrat, así como por otros representantes locales y familiares de las víctimas. Las excavaciones han permitido exhumar restos óseos de al menos 12 individuos, junto con objetos personales que están siendo analizados para obtener información sobre su identidad.
El conseller de Justícia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler, realizó el pasado sábado una visita a los trabajos arqueológicos que se llevan a cabo en la fossa comuna del cementerio viejo de Abrera. Estas tareas comenzaron el 17 de noviembre como parte del Pla de Fosses 2023-2026 impulsado por la Generalitat de Catalunya. Según las investigaciones preliminares, se estima que en esta fossa podrían estar enterrados entre 12 y 18 civiles originarios de Olesa de Montserrat, Esparreguera y Abrera, todos ellos víctimas de la represión franquista. Entre ellos se encuentra Fèlix Figueras Aragay, alcalde de Olesa durante la etapa republicana y los inicios de la Guerra Civil, así como otros miembros del consistorio republicano y dos mujeres también represaliadas.
Durante su visita, Espadaler estuvo acompañado por los alcaldes de Abrera y Olesa de Montserrat, Jesús Naharro y Marc Serradó, junto con varios concejales de ambas localidades. Entre los representantes olesanos se encontraban el concejal de Memoria Histórica, Xavier Rota, y el concejal de Espacio Público, Raül Asensio. También asistieron familiares de las personas que se cree fueron enterradas en la fossa comuna, quienes han estado luchando durante años para que la exhumación sea una realidad.
La investigación previa basada en fotografías históricas y planos del cementerio ha permitido formular una hipótesis sólida sobre la ubicación exacta de la fossa común. Se ha determinado que el área ha sufrido alteraciones mínimas, lo que facilita la recuperación de las restos. Hasta el momento, el equipo arqueológico ha logrado exhumar los restos óseos de aproximadamente 12 individuos. Además, se han encontrado diversos materiales asociados, como piezas de ropa, que están siendo analizados y catalogados para extraer toda la información posible.
En su intervención, Espadaler destacó que estas acciones son fundamentales para "dignificar y reparar la memoria" de las víctimas. Agradeció a los ayuntamientos locales su compromiso con la memoria democrática: "Es crucial esta colaboración entre instituciones al servicio de la justicia y reparación". Reconoció también que muchas políticas llegan tarde pero recordó que el Parlamento está tramitando la Ley de Memoria Democrática.
Espadaler enfatizó que al hablar sobre las víctimas de la Guerra Civil no se trata solo de cifras estadísticas sino de personas con vidas y sueños truncados. "Un crimen así no puede volver a repetirse", afirmó.
El alcalde Marc Serradó subrayó que abrir esta fossa representa “el inicio de una reparación” para las familias afectadas por estos hechos ocurridos hace más de 80 años. Resaltó que este proceso no solo busca sanar un dolor personal sino también realizar una restitución colectiva como sociedad.
Por su parte, Jesús Naharro expresó que tras este importante paso queda la tarea fundamental: descubrir y dignificar el futuro para aquellos cuerpos asesinados en su municipio. El Ayuntamiento de Abrera se ha comprometido a honrar adecuadamente el espacio donde se encuentra la fossa común.
Xavier Rota destacó lo emotivo del momento vivido durante la visita a la fossa abierta: “Hemos abierto una puerta hacia un pasado que no debe repetirse”. La conexión con los familiares presentes fue intensa y significativa.
Durante esta visita también se hizo un llamado a todas aquellas personas con familiares desaparecidos para inscribirse en el Censo correspondiente y participar en el Programa de identificación genética, mediante el cual ya se han identificado 27 personas.
Familiares de algunas víctimas afuselladas en febrero de 1939 mostraron su emoción al ver finalmente abierta esta fossa donde durante años habían depositado flores cada 1 de noviembre. La disposición encontrada en los cuerpos fue especialmente conmovedora para los descendientes del exalcalde Fèlix Figueras Aragay y Joana Piñero.
El 12 de febrero de 1939, al final de la Guerra Civil española y tras la ocupación franquista en Olesa, treinta personas fueron detenidas bajo acusaciones infundadas relacionadas con asesinatos ocurridos durante el verano anterior. Este grupo incluía miembros destacados del consistorio republicano local.
Bajo un juicio sin garantías legales conocido como "el juicio de las viudas", veinte personas fueron condenadas a muerte. La madrugada del 19 febrero fueron fusiladas en el cementerio viejo d’Abrera; solo algunos lograron escapar heridos o sobrevivir posteriormente a esos acontecimientos trágicos.
Dentro del marco del trabajo realizado por la Dirección General de Memoria Democrática, se espera confirmar si efectivamente las restas recuperadas pertenecen a esas personas ejecutadas aquella noche fatídica.