Opinió

Vidas ejemplares

Olga Puertas Balcell | Miércoles 23 de julio de 2014

El policía dijo -“Con la informática se acabó el secreto”-, un comisario cínico, con su verdad constatada: la afirmación del veterano que descubre su arma. Hoy los delatores: Assange, Snowden, Falciani, Felt –el confidente del Watergate-, son necesarios para corregir la deriva abusiva del poder.



 Muchos de ellos han sido miembros del sistema y a partir de un momento clave han denunciado las prácticas irregulares, corruptas y delictivas que conocían. En la esfera política municipal, numerosos escándalos descubiertos, no han autocorregido la peligrosa crisis del sistema democrático español. Las turbiedades desveladas accidentalmente son acogidas con desgana por la lenta judicatura. Faltan las revelaciones importantes, el volcado de datos, las filtraciones, sin disculpa posible para la condena. Ya no bastan indicios, rastros, ni las pruebas en ocasiones. Es la prensa que se esfuerza en su labor heroica, -sí el periodismo y la juez Alaya- que avanza impecable en la charca andaluza sin que la enmienden, como a otros jueces justicieros pero no diligentes. Lograr datos que no descarrilen por las torcidas vías oficiales. Con incompetencia, el sistema oculta sus lacras y robos, insoportables para la sociedad. Faltan avisos, soplos y hasta recompensas o penas atenuadas para quienes revelen graves deficiencias administrativas, 10 Aytos del Baix Lllobregat son investigados por Fiscalía. ¿Qué sería de los apaños de obra pública, de las adjudicaciones directas y otras prácticas dudosas, en otras sociedades expeditivas y cruentas…? Habrían reacciones airadas por parte de los perjudicados, y la situación podría ser a la italiana. Animemos a revelar hechos dolosos a quienes los saben o son testigos de actos perniciosos del tipo de la empresa Innova de Reus o de las arbitrariedades del Ayto. de Sabadell. Los héroes cívicos en la larga crisis que viviremos: serán los denunciadores, los testigos de cargo que digan: ¡Ya basta! ||