Economia

El comercio local teme que Viladecans se convierta en una ciudad fantasma

Dayana García Blas | Martes 20 de enero de 2015
Los pequeños comerciantes del municipio se mantienen reticentes al nuevo Outlet de Viladecans, ya que serían, según ellos, los principales afectados al estar en la zona de influencia más cercana. Consideran que una instalación de este tipo puede atraer a la ciudadanía de Viladecans, mientras que no confían en que el atractivo turístico del outlet se note en las tiendas de toda la vida.

¿Cómo serán las primeras Navidades para el comercio local una vez esté abierto el mega outlet de Viladecans? Al margen de los atractivos precios que ofrecerá a los consumidores, las principales esperanzas depositadas en el gran “The Style Outlet” se basan, a juicio de sus impulsores, en que contribuirá a “salvar” a Viladecans del temible desempleo que actualmente merma la economía local. es que el Outlet de Neinver no sólo ofrecerá entre 1.000 y 1.300 puestos de trabajo, sino que también recuperará el turismo en el Delta, según ha asegurado Carles Ruiz Novella, alcalde del municipio. Esa es la parte positiva de un proyecto que, sin embargo, es muy temido entre los comerciantes de la población, para los que la apertura del super outlet puede ser la cruz de su cierre y la pérdida de empleos.

El Baix Llobregat continúa siendo el ámbito del área metropolitana más castigado por la crisis, ya que “de cada cien personas asalariadas, 34 están en el paro”, señala Ruiz Novella. Ante estas alarmantes cifras, el Outlet de Ca’n Alemany se presenta como una oportunidad de empleo y también económica, ya que facturará más de 88 millones de euros el primer año de su apertura a partir de incorporar 150 tiendas de ropa de primeras marcas internacionales, además de una plataforma logística de Desigual.

Luz verde, por tanto, a la esperanza de generar empleo. Pero desde el comercio local las cosas se ven de otra forma, ya que los actuales establecimientos de moda de Viladecans y también de Castelldefels y Gavà, se verán afectados por el innovador Outlet que atraerá a compradores internacionales, pero también locales de los municipios de la zona.

Piedad López, propietaria de Guinda Sport, alerta de que “lo que están haciendo es convertir Viladecans en un pueblo fantasma”. Una amenaza que dejaría al comercio urbano en la sombra si los datos pronosticados se cumplieran. Y es que, según el director general de Comercio de la Generalitat, Josep Maria Recasens, el Outlet absorbería un gasto comercializable, en Viladecans, que podría alcanzar el 5,52% una vez se abriese el centro lo que significa que los residentes del municipio gastarían más en la compra de productos del Outlet.

Drástica consecuencia que ocurriría si tanto los ciudadanos de la localidad, como los 5,7 millones de personas que viven en los 272 municipios de los alrededores, se sintieran atraídos por la lujosa oferta comercial del Outlet.

La experiencia Vilamarina
Gran parte de los pequeños empresarios viladecaneses sintieron miedo cuando abrió el Centro Comercial Vilamarina y ahora temen por la puesta en marcha de un proyecto muy goloso que va a suponer la implacable competencia de radicales ofertas, imbatibles para ellos, con la consecuencia de una caída de sus ventas o, directamente, el cierre de sus locales y la pérdida de empleo. En la encuesta a pie de tiendas que El Llobregat ha realizado, se percibe también una actitud de resignación entre comerciantes que entienden que todo está firmado y no se puede dar marcha atrás.

Ante la preocupación de los comerciantes, Novella destaca que en Viladecans “tenemos un comercio urbano y el Outlet se sumará a esto”, además que “si miramos el tipo de comercio y el tipo de oferta que genera este tipo de centro, evidentemente, guarda distancia con lo que hace el comercio cotidiano”.

La población que más sufría este impacto económico sería Viladecans, por estar en plena zona de influencia del Outlet. En este sentido, la firma promotora Neinver ya ha afirmado que “el 30% de las ventas del nuevo complejo provendrá de turistas y de residentes en poblaciones que están a más de una hora del municipio del Baix Llobregat”.

Los turistas ni se verán
Guinda Sport es una tienda de ropa comercial que lleva más de 25 años luchando por ofrecer un género de calidad a buen precio. Piedad explica que sus clientes proceden de Gavà, Castelldefels, Sant Boi e, inclusive, Barcelona y que ha conseguido marcar su territorio en Viladecans gracias a las diferentes metodologías que ha utilizado para darse a conocer, como Facebook y el tradicional boca-oreja.

La propietaria recuerda que ya fue “víctima” del Vilamarina, y constata que “lo único que provocaron al abrirlo es que los comercios locales fueran cerrando y cerrando, porque si no tenemos ventas lo que vamos a hacer es cerrar. Y supongo que nadie del pueblo querrá que se convierta en un municipio fantasma, sin ninguna tienda urbana”. El Outlet posiblemente no será competencia directa del comercio local, pero si puede restar afluencia comercial en el municipio y es que según Piedad “lo que no queremos es que la gente baje para abajo” refiriéndose a la zona del Outlet.

A diferencia del Ayuntamiento de Viladecans, Guinda Sport, cree que los turistas van a ir al Outlet, no a las tiendas del pueblo y que “trabajo no va a crear porque las propias fábricas que producirán los productos ya tienen sus trabajadores y no van a coger a gente de Viladecans, porque sino ¿Cuántas ofertas han colgado ya de trabajo?”, se preguntan. Absoluta incógnita.

Falta información
La gran mayoría de los comercios consultados por esta publicación coincide en que falta información sobre el Outlet por parte del Ayuntamiento. A los actuales comerciantes, muchos de sus clientes les preguntan dónde tienen que inscribirse para trabajar en las tiendas del magno proyecto, ya que nadie ha comentado nada, todavía.

Existe en Viladecans orgullo de pertenencia a un municipio que se ha llegado a construir con la contribución de su población. Por ello, Guida Sport advierte que el comercio “se debería de conservar y no hacer lo que están haciendo, que no es otra cosa que atraer a la gente a otros sectores”.

La desesperación de los comerciantes por saber qué pasará y cómo les afectará se pone de manifiesto en las calles de un pueblo que teme sufrir una caída en el número de visitantes de turistas, que se quedarán en el Outlet y no llegarán al pueblo. Y lo que es peor, provocará un descenso del comercio local de los propios residentes, con el consiguiente cierre de tiendas en el sector de la moda. De momento, estas Navidades puede que sean las últimas en las que pueda comprar sus regalos de moda en las tiendas de toda la vida. III