Traición en Castelldefels II

Una macedonia de siglas con intereses contrapuestos que llegó a un pacto de gobierno con 2 características principales:
1- La alcaldía se alternaría entre la 2ª y la 3ª fuerza más votada (PSC y MOVEM). Dos años de gobierno para cada formación, cosa poco habitual y sorprendente en la ciudad.
2- Los partidos separatistas impusieron como condición que Castelldefels debía entrar en la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), a pesar de que un 80% de la ciudadanía votó a formaciones no separatistas en las municipales.

Con estos mimbres, estaba claro que el gobierno municipal iba a estar más dominado por la tensión y la confrontación que centrado en atender las necesidades de los ciudadanos de Castelldefels. El grupo local de ERC ha reconocido recientemente en un artículo la relación extremadamente tensa que existe entre los socios de gobierno (un secreto a voces desde hace meses) y desveló que los partidos que componen el gobierno municipal habían llegado a un pacto por el cual la alcaldesa, la socialista Maria Miranda, se comprometía a dar vía libre a los independentistas para que actuaran con total libertad en la celebración del referéndum ilegal, lavándose las manos mediante la “trampa” de salir de la ciudad temporalmente y dejar la alcaldía al segundo teniente Alcalde, miembro de ERC, Antoni Casas . A cambio, ERC le daba su apoyo a su reciente nombramiento como alcaldesa.

No sabemos si por miedo o por órdenes de su partido, María Miranda finalmente no cumplió el pacto que le llevó a la alcaldía y mintió a su equipo de gobierno. Pero no sólo mintió a ERC sino también nos mintió a Cs, puesto que, en una reunión que mantuvimos en esas fechas, la alcaldesa nos aseguró que no suspendería el pleno municipal como concesión a los independentistas que perseguían paralizar toda la actividad política catalana. Sin embargo, fue cuestión de horas que nos llegara la notificación de la suspensión del mismo.

El malestar entre los simpatizantes y militantes de las fuerzas independentistas era notorio, pues difícilmente podían comprender porqué sus representantes de Castelldefels no hacían como sus compañeros de otros municipios y salían de un gobierno municipal liderado por un partido, el PSC, que ellos mismos tildan de no democrático. A fin de justificar tan profunda incoherencia, ERC acude en su texto a la mentira, alegando que pese a desear hacerle una moción de censura a la alcaldesa socialista que les traicionó, no la llevaron a cabo porqué supuestamente tendría como resultado, la toma de la alcaldía por parte del candidato del PP al haber sido el partido más votado en las municipales.

Para evitar esta supuesta eventualidad los republicanos plantean como mal menor seguir al lado de la alcaldesa “traicionera” y “no demócrata”.

Pero la realidad es que para promover una moción de censura es necesario un candidato alternativo que cuente con el apoyo de una mayoría absoluta de los concejales, lo que a la práctica supone que la única acción de los republicanos que podría dar la alcaldía al PP sería mediante el voto de ERC al candidato popular, sumado al de algún otro grupo. Para dar cierta credibilidad a su mentira, ERC, en su texto, dice haber consultado esta moción de censura imaginaria con secretaría municipal, algo desmentido en el pleno de enero por el mismo secretario. La realidad es que actualmente no existe una mayoría alternativa que pueda discutir la alcaldía a Maria Miranda, quien tiene su silla asegurada hasta finalizar su mandato y con el poder para sacar del gobierno a ERC, cuando le plazca, sin que ello ponga en peligro su alcaldía.

Y aquí nos encontramos en el esperpéntico escenario de unos concejales de ERC engañando a sus simpatizantes y militantes a fin de no soltar su silla, y de un PSC tragando lo que le pongan en el plato, con la calculadora electoral en la mano y la mirada puesta en las próximas municipales, a fin de no romper puentes que les dificulten poder reeditar un pacto con los separatistas que con tan sólo 4 concejales de 25 les ha permitido hacerse con la alcaldía, aunque sea a turnos y a costa de traicionar a sus votantes.En Cs creemos que los ciudadanos de Castelldefels no nos merecemos un gobierno secuestrado por fuerzas independentistas que son minoritarias en la ciudad y por ello seguimos con la mano tendida, pese a todo, al resto de fuerzas constitucionalistas para traer la cordura y dignificar la actividad política municipal actualmente tan embarrada en nuestra ciudad. III