Desenchufados

¿Error en la gestión de la empresa? ¿Ha sido excesivamente drástico el Ministerio? Cuando hablamos de conflictos laborales, normalmente, hablamos de reajustes de plantilla por un descenso de la productividad o de las ventas, procesos de deslocalización o empresas insolventes que no pueden seguir adelante y o cierran o acaban con concursos de acreedores para salir del coma inducido en el que se encuentran. Por ello, este caso de conflicto laboral es distinto y peculiar, tanto como el complejo sector eléctrico.

El empleo de los 500 trabajadores de la planta de Inovyn Solvay de Martorell está actualmente en el aire tras la resolución del Ministerio de Industria, Energia y Turismo con la que dejaba a la planta baixllobregatina fuera de la subasta eléctrica para lo que queda de 2015 y para 2016. El recurso de la compañía fue denegado y, por tanto, el futuro y la viabilidad de la planta se apaga de la misma manera que el contrato de interrumpibilidad eléctrica entre Inovyn y Red Eléctrica de España (REE), según ha dicho el ministro José Manuel Soria, “incumplido en reiteradas ocasiones” entre febrero y marzo de 2014. Así culpaba a la dirección de la empresa, respondiendo a José Montilla en el Senado, quien pedía una solución para el conflicto: “Haga responsable de sus propias decisiones, no a los trabajadores, no al Gobierno, sino a la propia dirección de la empresa”, concluía después de decir que la compañía había recibido 23,6 millones de euros en pagos por interrumpibilidad para el ejercicio de 2014 (estos pagos se bonifican a las compañías industriales que acceden a desconectarse del sistema eléctrico en caso de necesidad, a cambio de aceptar todas las condiciones y obligaciones de REE).

En este sentido, el conseller d’Empresa i Ocupació de la Generalitat, Felip Puig, fue uno de los primeros en abrir el debate tras pedir al gobierno español que reconsidere la decisión de excluirlos de la subasta: “la empresa ha demostrado que los incumplimientos registrados son imputables a terceros, mientras que Inovyn ha cumplido con todos los requisitos exigidos por Red Eléctrica Española”.

En busca de una solución dialogada
Junto a la Generalitat, trabajadores, sindicatos y ayuntamientos del territorio han pedido que se resuelva el conflicto de tal manera que se asegure la viabilidad y la competitividad de la planta que, por cierto, podría perder una inversión de 75 millones de euros de su matriz mundial. Entre ellos se encuentra el ayuntamiento de Martorell, ciudad donde se ubica la planta. El alcalde convergente, Xavier Fonollosa, ha solicitado un encuentro, de hecho, con el ministro titular para transmitirle “la necesidad de mantener los puestos de trabajo y la actividad de la empresa”, una actividad que cuenta con los 500 trabajadores de la zona, además de generar 2.000 puestos más de manera indirecta; la gran mayoría en el Baix Llobregat. “Se trata de una de las empresas de referencia de Martorell y el Baix Llobregat y nuestra prioridad es la continuidad de la planta y, sobre todo, de sus trabajadores”, ha dicho Fonollosa. A la espera, al cierre de esta edición de una respuesta del ministerio, Fonollosa ha realizado una declaración institucional con el apoyo unánime de todos los grupos municipales de Martorell. III