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La ley desprotege y se ceba con los pequeños

jueves 15 de octubre de 2015, 04:08h
España, pese a su leve mejoría en todos los ámbitos, no pasa por su mejor momento. La terrible crisis de 2008 afectó, en mayor o menor medida, a todos los sectores de la sociedad española. El deporte, pese gozar de muy buena salud, no se salvó y, como siempre, los deportes minoritarios y, en concreto, los equipos pequeños fueron los más perjudicados.
Por si esto fuera poco, la Ley de Emprendedores, impulsada por el gobierno, no facilitó ni facilita las cosas; al contrario, todavía las agrava más. El Baix Llobregat también ha sufrido las consecuencias.
En el fútbol, el deporte rey, todo nació en Asturias y, como no podía ser de otra manera, el presidente de la Federación asturiana se mostró crítico con la medida de aplicar la Ley de Emprendedores al mundo del deporte de base. “Esta ley obliga a darse de alta en la Seguridad Social a monitores, jardineros, y demás voluntarios, que perciban 200 euros o más para gastos. Y son instituciones sin ánimo de lucro. El fútbol base se fundamenta en personas altruistas. Los directivos no cobran. La ley es inviable. Desconoce totalmente el fútbol modesto, que ya está malherido por la saturación de retransmisiones de partidos de Primera. Hoy la media de espectadores en los campos de Segunda B es de 300 personas”, explicó Maximino Martínez. Además, si no se cumple la ley, se abre expediente y si hay multa son los directivos quiénes deben hacerle frente. Aquí, en el Baix Llobregat, esta normativa es como una puñalada para la gran mayoría de los equipos. En cuanto al resto de deportes, la cosa empeora, puesto que la difusión es prácticamente nula y, por tanto, las ayudas económicas escasas. Un ejemplo de ello es el béisbol. Tal y como explican Marc Carrillo, Director Técnico del CBS Sant Boi, y José Julio Cano Ridruejo, presidente del Club de Béisbol Viladecans, las nuevas leyes perjudican los deportes minoritarios y dificultan la evolución.

El precio de la legalidad
Mar Carrillo cree que “las nuevas leyes que salen ahora aún te perjudican más, dificultándote la contratación de monitores”. “Uno de los grandes problemas es la obligatoriedad que tienen todos los clubes de tener a todos los entrenadores en régimen general de la Seguridad Social. Esto significa que a jóvenes que están cobrando 100 euros al mes tenemos que hacerles un contrato y esto nos condiciona muchísimo: de 100 automáticamente pasan a 150. Nosotros vivimos básicamente de subvenciones. No obstante, esta nos llega por un lado y nos la quitan por el otro”, sostiene el presidente del Viladecans, por su parte, y avisa que “los que cumplen la ley pierden potencial”. Esto último es debido a que, como consecuencia de la ley, los clubes se quedan casi sin dinero para invertir en refuerzos y se estancan. Esta ley ha provocado, como era de esperar, muchas quejas en todas partes de España. Mucha gente, incluido el propio Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, creen que se trata de una decisión política. Lo cierto es que si la idea era fomentar el deporte lo único que han conseguido, consiguen y conseguirán es todo lo contrario. III
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