Las sedes de Adif en Barcelona y Madrid han amanecido esta mañana con una visita inesperada. La Guardia Civil ha iniciado una operación que tiene previsto detener a unas veinte personas por presunta malversación de dinero público en las obras del AVE en la ciudad condal. En concreto, la operación está vinculada a la estación La Sagrera –que tiene que convertirse en el segundo polo de movilidad ferroviaria de la capital catalana- y sus tres tramos que la conectan. Se cree, según fuentes de la investigación, que podría haberse producido un presunto desvío de más de 80 millones de euros a través de pagos de Adif a empresas constructoras por trabajos nunca realizados.
Ordenada la operación por el Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona, ya cuenta con altos directivos detenidos, al igual que en la anterior operación relacionada, la ‘Yogui’, la cual abrió la grieta de los sobrecostes y la posible corrupción en la construcción de la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona.
Tal y como explicamos en El Llobregat en el reportaje ‘Socavón sin responsables en las arcas públicas’, el Tribunal de Cuentas cifró los diferentes sobrecostos que llegaban, en algún caso, a los 230%. Se refería, en concreto, al famoso tramo entre L’Hospitalet y La Torrassa, de menos de 3 kilómetros, donde se produjeron los socavones en la construcción de la línea de AVE. Pero es que, además, del decálogo de tramos que el Informe de Fiscalización del Tribunal de Cuentas recogía, nueve cruzaban en algunos de sus puntos por el Baix Llobregat o L’Hospitalet.
Mala planificación del proyecto en una zona peculiar como es la zona del Delta del Llobregat, una mala ejecución de la obra o las prisas electorales fueron algunos de los motivos de aquellos socavones. Ahora, indudablemente, la sombra de la corrupción –todavía presunta- parece cada vez más evidente en esta macro-obra que, diez años después, todavía puede salir muy cara.
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