La última gran reforma de los taxis fue, en 2012, la aplicación del sistema de turnos. Con la misma rapidez que fue implantada desapareció. Fue un auténtico desastre y prueba de ello es el conflicto diario que se generaba en la zona de espera del Aeropuerto de El Prat. Desde entonces, el sector del taxi busca concretar un modelo de consenso que es difícil de conseguir dada la convivencia de distintos perfiles: flotas grandes, autónomos, asalariados, la demanda de un taxi un conductor… A la espera de lograr un nuevo modelo tarifario, AMB ha decidido congelar los precios del servicio para este 2017.
Así lo ha aprobado hoy el Pleno del Consejo Metropolitano tras un estudio económico previo que concluye que el IPC sectorial de 2016 es negativo (-1,3%) y que los ingresos cubren los gastos y garantizan un beneficio empresarial razonable. De esta manera, se mantiene la caída de bandera en los 2,10 euros en la tarifa T-1 (tarifa urbana diurna en la zona metropolitana
de 8.00h a 20.00h, y en días laborables); con un precio de 1,10 el kilómetro.
En relación con los suplementos, acceder o salir del Aeropuerto de El Prat y del Muelle Adosado tendrá un coste extra de 3,10 euros, mientras que se mantienen los 2,10 euros de Sants y la Fira. La salida mínima del aeropuerto es de 20 euros y se cobra un euro por maleta, con un máximo de cuatro.
En paralelo, el IMET y diferentes entidades representativas de la Mesa Técnica del Taxi iniciaran próximamente un proceso de análisis de la estructura tarifaria actual con el objetivo de modernizarla y adaptarla a la actual coyuntura del sector y ser más competitivos.
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