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Nudos de esperanza, la historia de Pulseras Candela

Nudos de esperanza, la historia de Pulseras Candela

Por Marta Fernandez Veas
jueves 02 de marzo de 2017, 00:59h
Con su mochila de Mickey Mouse, Carmen Mora, voluntaria del Hospital San Joan de Déu, espera en el vestíbulo principal para contarnos la increíble historia sobre las Pulseras Candelas, que ha logrado recaudar en tres años 1.000.000 de euros para la investigación del cáncer infantil.

El secreto lo lleva, precisamente, en esa mochila, donde carga, además de la materia prima de las ya célebres pulseras, un incalculable montón de solidaridad.

La historia que continúa
Todo comienza en 2013 cuando Carmen enseñó a Candela, una niña enferma de leucemia, a hacer pulseras con hilos de color para que su estancia en el hospital fuera más llevadera, así que Candela y sus compañeros de la planta octava del Hospital de Sant Joan de Déu empezaron a hacer pulseras.

Poco después, dos amigas de Candela, Mariona y Daniela, decidieron dar el nombre de su amiga a las pulseras y tuvieron la idea de montar una parada en su pueblo, Benicarló, para recaudar dinero y poder ayudar a Candela con su enfermedad. Lo que no se imaginaban en ningún momento es la repercusión de su humilde campaña que, en principio, solo pretendía ayudar a su amiga.

Al ver el éxito que aquello empezó a generar, amigos y familiares se implicaron en la producción de las pulseras. Poco a poco, muchas otras familias de la octava planta de Onco-hematología, también, se sumaron al proyecto. Hasta la actualidad. A día de hoy muchos grupos y entidades colaboran en la fabricación y/o distribución de las pulseras Candelas: escuelas; residencias de la tercera edad; asociaciones de vecinos; tiendas; clubes deportivos y un largo etcétera. Además, cuenta con el apoyo incondicional de la Obra social San Joan de Déu.

Todos los donativos recaudados pasan directamente al laboratorio de investigación del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat. Para ello, actualmente, las familias han legalizado este proyecto como Asociación sin ánimo de lucro Pulseras Candelas, con el fin de preservar los valores y objetivos y dar así transparencia a todas las acciones.

El voluntariado
La hija de la voluntaria Carmen sufrió una enfermedad muy grave con dos operaciones de urgencia en 24 horas, “fue entonces cuando vi el trabajo de los voluntarios y pensé que si tuviera tiempo me encantaría poderlo hacer, hasta que un día que lo tuve, me acerqué y desde entonces vengo una vez por semana. Es increíble lo que recibes a cambio de dar unas cuantas horas aquí”, nos cuenta Carmen desde el vestíbulo del Hospital Sant Joan de Déu.

Sin imaginarse la gran repercusión que iba a tener las pulseras, Carmen muestra su felicidad sobre todo lo ocurrido: “El presupuesto anual del laboratorio para la investigación del cáncer infantil es de 1.600.000 euros aproximadamente, por lo tanto, Pulseras Candelas ha conseguido cubrir más de la mitad de la nómina de este laboratorio durante estos tres años”.

En España hay 200.000 casos al año de cáncer en adultos, frente a los 1.200 en niños. “Por eso el cáncer infantil es considerado una enfermedad rara, esto no lo sabe mucha gente y se sorprenden cuando se explica. Por eso investigar sobre el cáncer que sufren los niños no es rentable para que los laboratorios investiguen, razón por la que la financiación viene a través de ONGS, empresas privadas o de las familias y gente altruista. O en este último caso con acciones como Pulseras Candelas”, explica Carmen.

Dar respuesta
El equipo de investigación del Hospital Sant Joan de Déu dedica su cuerpo y alma a diferentes proyectos que tienen como objetivo dar respuesta a las preguntas que se plantean los oncólogos y hematólogos cuando tratan a los niños que padecen estas enfermedades. Esto se conoce como investigación traslacional, centrada en trasladar los avances científicos al paciente lo antes posible.

Así pues, los investigadores trabajan estrechamente con los médicos que atienden los pacientes. Cada vez que diagnostican un nuevo caso, analizan en el laboratorio las características del tumor para ajustar el pronóstico con los médicos y determinar así cuál es el mejor tratamiento para combatirlo. Así mismo, los oncólogos trasladan a los investigadores las preguntas para las que no tienen respuesta y los investigadores trabajan para encontrarla y ofrecer el mejor tratamiento a cada niño.

Sant Joan de Déu dispone de un laboratorio dedicado exclusivamente al estudio del cáncer infantil y es uno de los pocos centros europeos que cuenta con un banco de tumores pediátricos exclusivo con gran potencial para la investigación que, entre otras cosas, ha permitido desarrollar modelos animales de diferentes tumores. Gracias a las donaciones, los investigadores de este Hospital han generado tres ensayos clínicos a partir de la investigación original propia, incluyendo el primer ensayo clínico a nivel mundial para testar la seguridad y eficacia de una vacuna contra el glioma difuso del tronco cerebral, un cáncer propio de los niños que hoy por hoy es incurable.

Por su parte, las Pulseras Candelas ha contribuido a la investigación con 1.000.000 euros, en tres años, que corresponden a 275.000 pulseras, 550 kilómetros de hilos y 16 millones de nudos. Ha llegado a diferentes puntos de la geografía española: Mallorca, Zaragoza, Murcia, Valencia, Madrid, Cádiz o Lugo.

Diferentes investigaciones han demostrado que las manualidades tienen un fuerte impacto positivo tanto en nuestra salud mental como en nuestro bienestar.

Y, para acabar, lo más importante, según explica Carmen, “Candela ya está curada de su enfermedad, vive en su pueblo, Benicarló y ahora realiza los controles rutinarios una vez al año”.

Carmen mantiene el contacto con ella, pero ya no en hospital, sino en la Asociación de Pulseras Candelas. III

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