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El ‘cole’ Joaquim Ruyra de L’Hospitalet, Premi Ensenyament 2017
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El ‘cole’ Joaquim Ruyra de L’Hospitalet, Premi Ensenyament 2017

jueves 01 de junio de 2017, 12:19h
Lo llamamos inteligencia cultural; todo lo que estos alumnos y familiares de diferentes nacionalidades pueden aportar nos ayuda al aprendizaje dentro de las aulas”

Es conocida por su diversidad cultural, pero, también, por los excelentes resultados académicos de sus alumnos, lo que contradice la generalizada relación que hace que el primer elemento sea causa directa de fracaso escolar. Por el mérito en la metodología, en cualquier caso, y por el ejemplo que representa, la Escuela Joaquim Ruyra ha sido galardonada recientemente con el Premi Ensenyament 2017 que otorga anualmente la Fundació Cercle d’Economia junto con la Obra Social “la Caixa”. Un reconocimiento que pone en valor el proyecto “Hacia una escuela diversa y competente” que el centro educativo desarrolla desde hace ocho años.

El proyecto aborda la diversidad de la escuela y lo hace, además, con un alto grado de participación por parte de los padres y madres y profesorado. Una de las curiosidades, por ejemplo, es que el equipo directivo espera en la calle con las familias durante los cinco o diez minutos previos a la apertura de puertas de la escuela; algo poco frecuente que genera un trato más humano y una relación más cercana.

Inteligencia cultural
La Directora de la Escuela Joaquim Ruyra, Raquel García, manifiesta para El Llobregat que “el Premi de Ensenyament 2017 es un reconocimiento de la faena de toda una comunidad educativa, lo que nos da un impulso para seguir trabajando”. Una comunidad que ha logrado hacer de la diversidad y de la diferencia una oportunidad: “Nosotros lo llamamos inteligencia cultural, todo lo que estos alumnos y familiares de diferentes nacionalidades pueden aportar nos ayuda al aprendizaje dentro de las aulas”, comenta García. Los resultados académicos de los alumnos han sido, según expone, los propios de cualquiera de las mejores escuelas privadas.

No más, sino diferente
El proyecto ha significado, pues, un proceso de transformación: “Una de las bases de esta metodología y esta mirada de la educación es que nosotros entendemos la educación como una acción educativa inclusiva y nunca segregada. Esto se traduce en que todos los maestros que tenemos, especialistas de educación especial, de aula de acogida o de refuerzos, nunca imparten docencia de forma dividida, sino que son ellos los que se incorporan a la actividad diaria en las aulas de tutoría. En definitiva, no se trabaja más, se trabaja diferente”, explica García.

Por su parte, Jaume Graells, concejal de Educación de L’Hospitalet, cuenta que “el trabajo que realiza el centro se fundamenta en tres factores: El primero es la implicación de las familias. La educación no ha sido capaz de corregir las desigualdades de origen, y para ello el factor familiar es determinante para los resultados educativos. La Escuela Joaquim Ruyra, en este sentido lo ha conseguido.

El segundo factor es la metodología educativa, todo lo que es el aprendizaje colaborativo, el abrir el aula, que los alumnos sean los protagonistas, que sea una educación activa, es decir, que los alumnos trabajen desde un punto de vista muy competencial. No memorizan los conocimientos, sino que los aplican.

Y el terceror es el de la evaluación. Este centro trabaja con mucho rigor, no hay nada improvisado por mucho que parezca, los maestros tienen muy claro cuáles son los objetivos que tienen que conseguir sus alumnos, y éstos saben el propósito que tienen que conseguir, está pautado con unos indicadores muy claros, con un nivel profesional muy elevado y un nivel de cualificación de los docentes muy alto”.

Para el año que viene, García cuenta que “haremos algo relacionado con el tema de gafas 3D, para potenciar diferentes áreas curriculares. Tenemos la idea de poder introducir esta nueva tecnología en las aulas, porque no es lo mismo hacer una descripción de un paisaje viendo una fotografía en blanco y negro, que a través de unas gafas 3D. La idea es hacer actividades donde la tecnología esté de la mano de los aprendizajes que están establecidos para nuestros niveles”.

Son referentes
El objetivo del Premio Ensenyament es fomentar el esfuerzo de los maestros y centros educativos que buscan favorecer la generación del talento y dar reconocimiento y soporte a proyectos que fomenten el cambio, la iniciativa, la innovación y la mejora en la calidad de educación.

El valor de este primer premio es de 15.000 euros, la mitad del importe va a parar al centro, y la otra mitad se destina a consolidar, ampliar y dar continuidad al proyecto premiado, para que así, quede incorporado a la organización del centro. En cualquier caso, no todo es lo económico. Este reconocimiento convierte a la escuela en un ejemplo y en una referencia, algo que no tiene precio. III

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