El Pleno pide también la rectificación en el aumento del 11,8% de la tarifa del agua en alta
El pleno del Consejo Metropolitano ha aprobado hoy reclamar a la Generalitat de Catalunya la gestión pública de Aigües Ter-Llobregat (ATLL) después de la reciente sentencia del Tribunal Supremo, que anula la concesión.
De esta manera, tras varios posicionamientos del gobierno metropolitano en este sentido, la petición se concreta formalmente y pide a la conselleria de Territori i Sostenibilitat que presente en el Parlament un plan para llevar a cabo esta desprivatización de la gestión de ATLL: “Propuestas como las de hoy suponen un paso decidido para recuperar la gestión pública de la empresa”, ha dicho el vicepresidente de Medio Ambiente de AMB, Eloi Badia.
La petición incluye también un calendario de actuaciones y medidas tal y como recogía el mandato legal derivado de la ley 5/2007 en el que ya se establecía que ATLL pasaría a ser gestión pública en el momento en que el Supremo confirmara la sentencia.
Por otro lado, el Consejo Metropolitano ha aprobado también la rectificación de la subida del 11,8% en la distribución del agua en alta suministrada por ATLL que la Agència Catalana de l’Aigua aprobó, con el voto contrario de las entidades municipalistas, el pasado 28 de diciembre.
La nueva tarifa puede afectar a hasta 4,5 millones de personas de 116 municipios distintos de varias comarcas, entre ellas, el Baix Llobregat. Depende, en cualquier caso, de la política de los distintos ayuntamientos y las compañías finales. Pero es evidente que, si les sale un 11,8% más caro el adquirir el agua, al final, puede tener una repercusión directa en el precio al usuario.
Entre los otros puntos aprobados, el Consejo ha acordado congelar las tarifas de suministro de agua en cuatro municipios –Cervelló, Corbera, Tiana y Sant Cugat-; ha aprobado un plan de inversiones en la red, además del presupuesto de más de 29 millones de euros; y ha dado, formalmente, luz verde al acuerdo para la gestión del tratamiento terciario de la EDAR del Baix Llobregat, con el cual se podrá inyectar agua depurada a la altura de Molins de Rei.
De esta manera, en casos de emergencia, en lugar de expulsar el agua al mar como se hace ahora, se incorporará de nuevo al caudal del Llobregat para aprovecharla en el ciclo de potabilización.
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