Les ‘Vies Blaves’ del Llobregat estarán aprobadas definitivamente a principios de 2019

Unirá 58 municipios de siete comarcas distintas a través de 243 kilómetros de recorridos paralelos al río Llobregat y el Anoia y Cardener –aptos para peatones o vehículos no motorizados- en un proyecto inédito en Europa. Se trata de las denominadas ‘Vies Blaves’ que, progresivamente, continúa quemando etapas hasta hacerse realidad.

La Diputación de Barcelona y la Generalitat de Catalunya han presentado hoy, en Berga, el anteproyecto del Plan Director Urbanístico con el objetivo de contar con el documento definitivo, según han avanzado, en el primer trimestre de 2019; es decir, de aquí a un año.

En concreto, las ‘Vies Blaves’ se agruparán en tres grandes bloques. Por un lado, la principal, la ‘Via Blava Llobregat’, que recorrerá 140,5 km desde las fuentes del río, en Castellar de N’Hug, hasta Martorell, en donde ya acaba el actual camino que recorre la ribera del Llobregat desde la desembocadura. Recorre municipios como Sant Benet de Bages, la joya de Montserrat o 15 colonias textiles de referencia en la época. De hecho, las oportunidades son tantas que se estima que podrían sumarse 90 km más de ruta según las variantes y conexiones. Por el momento, se han listado un total de 16 puertas de acceso, con una inversión de 22 millones de euros.

Por otro lado, estará, según el documento, la ‘Via Blava Cardener’, con un total de 54,7 km de itinerarios por el Bages, entrando en la demarcación de Barcelona por Cardona y llegando hasta Castellgalí. La inversión prevista es de 10 millones y cuenta con siete puertas de acceso.

Y, por último, la ‘Via Blava Anoia’, que seguirá el río por unos 48 km de las comarcas de la Anoia, el Alt Penedès y el Baix Llobregat. Comenzará en Jorba y acabarà también en Martorell, en donde conectará con la rama principal. En este caso, la inversión será de 12 millones de euros y tendrá 12 puertas.

Según las administraciones que lideran el proyecto, el anteproyecto distingue tres elementos como criterios para definir las rutas: el propio camino físico, que tiene que ser accesible; el recorrido y el relato de la evolución del paisaje; y el patrimonio.

De esta manera, las ‘Vias Blaves’ quieren ser un instrumento más dinamizador del turismo, pero también de divulgación de las riquezas naturales, culturales y patrimoniales de un territorio que cuenta con el 70% de la población de Cataluña (5,2 millones de personas) a menos de media hora de distancia.

Para coordinar y cumplir con los plazos acordados, las administraciones han presentado una comisión de seguimiento con la Generalitat, la Diputación y el equipo redactor como representantes. En paralelo, se ha iniciado la redacción de los proyectos ejecutivos de las tres ramas de las ‘Vies Blaves’ para que avancen en paralelo a todo el PDU.