El gobierno municipal de Sitges, representado por el alcalde, Miquel Forns, la primera teniente de alcaldía, Aurora Carbonell, el segundo teniente de alcalde, Josep Moliné, y el regidor de la CUP, Pol Vigó, han explicado este viernes 25 de mayo en una rueda de prensa porqué se ha suspendido la Consulta Popular no referendaria de Les Botigues sobre su segregación de Sitges y futura anexión a Castelldefels, a menos de dos días de su votación.
Forns ha detallado que recibieron un correo electrónico de la delegación del gobierno en el cual se les mostraba porque esa consulta no era legal, dado que según ha expuesto el alcalde "desde la abogacía del Estado consideran que requería del aval del Consejo de Ministros”. “Desde el Estado entienden que es un referéndum”, ha remarcado Forns, insistiendo en que al no ser vinculante es una simple consulta para “recoger la opinión de los vecinos de Les Botigues”.
“La consulta fue convocada en diciembre de 2017 y publicada en el DOGC en el mes de marzo, no se entiende porque dos o tres días antes, en plena campaña se nos solicita suspenderla desde el Estado”, ha aseverado el alcalde de Sitges. El Llobregat, en la edición impresa del mes de mayo, publicó las declaraciones de Forns en las que explicó que la consulta estaba amparada por la ley de consultas populares no referendarias y de participación ciudadana que aprobó el Parlament de Catalunya en el “apartado que no ha suspendido el Tribunal Constitucional”, remarcó Forns en su momento a esta revista.
¿Las urnas, un problema?
Al finalizar las declaraciones del alcalde, la primera teniente de alcaldía ha asegurado que “al Gobierno del Estado español no le gustan las urnas”, recalcando que les han llamado desde otros municipios para felicitar a Sitges por haber seguido tan bien el procedimiento legal y participativo de la consulta.
Carbonell ha continuado preguntándose: “¿No podremos preguntar sobre nada ya?”. Además, ella misma ha argumentado que “las democracias deben ser cada vez más participativas, mientras el Gobierno del Estado mantiene su ‘urnafobia’”. La conclusión de la teniente de alcalde de la ciudad ha sido que “necesitamos una República para poder hacer este tipo de cosas y que no nos vengan impuestas desde Madrid”.
El concejal de la CUP tacha al Delegado del Gobierno de ‘Virrey’
El concejal de la CUP, Pol i Vigó, ha dicho en la rueda de prensa que este tipo de acciones como la de aconsejar suspender la consulta es “una manera despótica propia de virreyes”. En su argumentación, el concejal se ha referido al Delegado del Gobierno como ‘Virrey’: “En este contexto colonial, en el despacho del virrey Millo saltan las alarmas cuando sale la palabra ‘consulta’”.
Por ello, ha asegurado que "este Estado ‘demofóbico’ nos está convirtiendo en una gestoría”.
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