El ciclo de 'Diàlegs Filosòfics al Baix' cerró ayer el curso en el Ateneu Santfeliuenc con una conferencia sobre la figura del filósofo Raimon Panikkar y su trayectoria vital.
La obra de Raimon Panikkar (Barcelona, 1918-Tavertet, 2010) es una "obra vivida". Son palabras de Ignasi Moreta, comisario del Año Panikkar y profesor asociado de Literatura Catalana en la Universidad Pompeu Fabra, además de director literario de Fragmenta Editorial, durante el último encuentro del ciclo 'Diàlegs Filosòfics al Baix' del presente curso, que versó sobre la vida y obra de este filósofo, teólogo y escritor, hijo de madre catalana de la burguesía y empresario de éxito hindú afincado en Barcelona.
Moreta repasó su biografía, una vida muy influenciada por los orígenes de su padre que le llevó a ordenarse sacerdote, entrar a formar parte del Opus Dei y visitar la India varias veces. Sobre su relación con la prelatura, Panikkar acabó saliendo de la misma 26 años después, tras varios desencuentros.
En 1954 visita la India, en un viaje que le cambia la vida. "Me fui cristiano, me descubrí allí hindú, vuelvo budista y sin haber dejado nunca de ser cristiano", expresó Panikkar una vez volvió a Cataluña, cuatro años más tarde. De hecho, esta frase resume a la perfección la figura de este sabio que entendía que las religiones se podían complementar y que no hacía falta renunciar a un credo por abrazar otro.
Por este motivo, Panikkar consideraba la religión como una apertura al "misterio de la vida".
Panikkar acabó instalándose en los años 80 del siglo pasado en Tavertet, donde llevó una vida contemplativa que compatibilizó con sus clases en las mejores universidades norteamericanas.
El ciclo de 'Diàlegs Filosòfics al Baix' volverá en septiembre con más ediciones, tras el descanso estival.
Si (
No(
